IATA: la aviación tiene biomasa suficiente, pero la tecnología SAF avanza demasiado lento

24 de Septiembre de 2025 3:18pm
Redacción Caribbean News Digital
SAF

 

La International Air Transport Association (IATA) encendió las alarmas sobre el futuro del combustible de aviación sostenible (SAF). Un informe global elaborado junto con Worley Consulting concluye que el gran reto para lograr la descarbonización del sector no está en la falta de materias primas, sino en el retraso del despliegue tecnológico necesario para convertir esos insumos en combustible viable a gran escala.

Según el estudio, la industria aérea necesitará 500 millones de toneladas de SAF al año para 2050. De ese volumen, 300 millones de toneladas podrían provenir de la biomasa, mientras que el resto (~200 Mt) se obtendría a través de rutas alternativas como Power-to-Liquid (PtL) o e-SAF. El problema: las tecnologías que permitirían alcanzar estas cifras aún no son comercialmente maduras ni cuentan con plantas suficientes para producir el volumen requerido.

La investigación advierte que procesos dominantes como el HEFA, basado en aceites usados, nunca alcanzarán la escala global necesaria si no se diversifican y aceleran las rutas de producción. En particular, la tecnología PtL, que depende de hidrógeno, captura de carbono y electricidad renovable, necesita inversiones masivas y un fuerte impulso político para desplegarse.

Además del freno tecnológico, el informe identifica cuellos de botella en la infraestructura logística para transportar y procesar biomasa, así como en la coordinación regulatoria. Sin marcos claros y políticas de incentivo a la innovación, la industria corre el riesgo de un estancamiento que comprometa sus metas de cero emisiones netas.

Otro desafío es la competencia por los insumos: la biomasa es disputada por sectores como la energía y la agricultura. Aunque no se considera un obstáculo insalvable, IATA sostiene que la aviación debe tener prioridad en el acceso a estos recursos si se pretende cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones.

El estudio también señala oportunidades: regiones con abundantes recursos renovables pueden convertirse en polos estratégicos de producción de SAF, generando empleo e impulsando el desarrollo sostenible. Para lograrlo, aerolíneas, gobiernos y empresas de energía deberán pasar de los planes a la acción: construir plantas, financiar innovación y acelerar la adopción de tecnologías emergentes como el e-SAF.

La conclusión del informe es clara: “el límite no es la materia prima, sino el tiempo”. Si el ritmo tecnológico no se multiplica en esta década, el camino hacia la descarbonización de la aviación se volverá inalcanzable. La advertencia de IATA es contundente: la industria debe actuar ahora, con hechos, y no conformarse con discursos.

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