La apuesta de BeOnd America para conquistar el mercado norteamericano
El mercado aéreo estadounidense podría sumar un nuevo actor en el segmento premium leisure, gracias a una ambiciosa alianza entre New Pacific Airlines y la aerolínea maldiva BeOnd, especializada en servicios sólo clase ejecutiva.
Ambas compañías pretenden lanzar una red de rutas exclusivas bajo la marca BeOnd America, conectando Anchorage (ANC), Los Ángeles (LAX), Nueva York (JFK) y Malé (MLE) —aunque el proyecto enfrenta obstáculos regulatorios y operativos importantes.
La estrategia combina los activos clave de cada operador: la certificación de New Pacific ante la FAA y la oferta de cabinas lie-flat de BeOnd. El objetivo es crear una red de nicho en corredores de alto rendimiento, algo difícil de lograr para ambas por separado.
Un proyecto ambicioso con bases complejas
New Pacific —antes Northern Pacific— posee el certificado estadounidense necesario para operar vuelos domésticos y hacia el extranjero, un requisito indispensable debido al límite del 25% a la propiedad extranjera en aerolíneas de EE. UU.
Sin embargo, su autoridad para vuelos regulares está inactiva tras haber suspendido operaciones en abril de 2024, por lo que deberá recuperar su “aptitud operativa” ante el Departamento de Transporte (DOT).
Por su parte, BeOnd opera Airbus A319 y A321 configurados completamente en clase ejecutiva (44 y 68 asientos), pero sufre fuertes picos estacionales de demanda y baja ocupación. Para enfrentar estos ciclos, su plan global es crear bases en distintas regiones que permitan operar de manera contracíclica durante el año.
El proyecto de BeOnd America prevé operar ocho aeronaves, todas bajo estándares homogéneos. Esto obligaría a New Pacific a incorporar aviones Airbus a su certificado FAA o a someter sus Boeing 757 a costosas modificaciones para instalar asientos lie-flat.
Mercados potenciales, pero altamente estacionales
El modelo all-business class es difícil de sostener, ya que depende de tarifas altas y demanda constante. Los expertos identifican rutas donde el concepto podría funcionar durante temporadas reducidas:
- Nueva York–Caribe: Turks & Caicos, Barbados, San Martín o Santa Lucía.
- Nueva York–México: Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta.
- Costa Oeste–Hawái: alta demanda premium, pero con fuerte competencia y requerimientos ETOPS.
- Vuelos para eventos: Las Vegas (CES), Miami (Art Basel), Austin (F1), aunque no garantizan estabilidad anual.
Aun así, ninguna de estas rutas puede sostener un calendario regular sin un flujo constante de viajeros de alto poder adquisitivo.
Retos regulatorios, de flota y de fiabilidad
Para despegar, la alianza necesita superar tres obstáculos clave:
- Aprobación del DOT para que New Pacific reactive sus vuelos programados.
- Estándares de producto consistentes: cabinas todas lie-flat, sea mediante integración Airbus o rediseño de 757.
- Disponibilidad de aeronaves: BeOnd planea convertirse en un operador exclusivamente Airbus, lo que complica la logística operativa si mezcla flotas en EE.UU.
Además, ninguna de las dos compañías cuenta con programas de fidelización sólidos, ni con una base de clientes consolidada, lo que incrementa el riesgo comercial.
Un concepto innovador con futuro incierto
Aunque la propuesta aporta un enfoque distinto para rutas de placer de alto nivel, su viabilidad financiera está lejos de estar garantizada. Los modelos de cabina única premium con altos costos por asiento han tenido dificultades históricas para sostenerse en el tiempo.
Si logran aprobar las certificaciones, definir una flota uniforme y elegir rutas estacionalmente rentables, BeOnd America podría debutar con un producto diferenciador. Sin embargo, el éxito dependerá de una ejecución impecable, un control estricto de costos y la capacidad de llenar aviones con tarifas elevadas fuera de la temporada alta.
Por ahora, la iniciativa se perfila como una apuesta audaz, cargada de desafíos, pero que busca reimaginar el segmento premium en los viajes de ocio dentro de Estados Unidos.




