El creciente auge del Camino de Santiago pone a su principal ciudad a padecer del turismo excesivo

15 de Septiembre de 2025 2:24pm
Redacción Caribbean News Digital
Santiago de Compostela

Fotos: AP

Santiago de Compostela vive una situación cada vez más complicada debido al fuerte incremento de peregrinosturistas que llegan hasta la capital gallega, considerada la meta del célebre Camino de Santiago

Lo que durante siglos fue un destino espiritual hoy se ha convertido en un foco internacional de turismo masivo, con consecuencias que impactan directamente en la vida cotidiana de los residentes.

Ante la creciente presión, asociaciones vecinales han intentado promover un turismo más respetuoso. En diferentes idiomas han distribuido guías que recuerdan a los visitantes la necesidad de mantener el respeto por el entorno, moderar el ruido, circular correctamente y proteger con cubiertas de goma los bastones de senderismo que dañan el suelo empedrado. Sin embargo, las normas rara vez se cumplen, y las redes sociales locales se llenan de denuncias sobre comportamientos poco cívicos.

La verdadera molestia, según los vecinos, es el desbordamiento de personas en el casco histórico y en las plazas cercanas a la Catedral de Santiago, donde se encuentra la tumba atribuida al Apóstol Santiago

Estos espacios, que fueron el corazón de la ciudad durante más de un milenio, hoy están dominados casi exclusivamente por visitantes, provocando la expulsión de residentes y un marcado cambio en la fisonomía urbana.

El auge del Camino no se detiene. Solo en 2024, más de medio millón de peregrinos recorrieron alguna de las rutas oficiales, cifra cinco veces superior a la población local y 725 veces mayor que hace cuatro décadas. A estos se suman miles de turistas que llegan sin haber realizado la caminata, multiplicando el impacto sobre la vivienda, los servicios y la movilidad.

Santiago de Compostela

El fenómeno ha disparado los precios de alquiler en un 44% entre 2018 y 2023, según un estudio de la Universidade da Coruña. Como respuesta, el ayuntamiento prohibió en 2024 los alojamientos turísticos en la zona monumental y pidió al gobierno regional declarar la ciudad como zona de alta presión turística, al estilo de Barcelona o San Sebastián. Aun así, continúan detectándose casos de pisos de alquiler turístico clandestino.

Las consecuencias para los residentes son graves. Jóvenes y familias se ven obligados a abandonar la ciudad por la falta de viviendas asequibles, mientras los comercios tradicionales desaparecen, sustituidos por tiendas de recuerdos, heladerías y cafeterías pensadas para el consumo rápido del visitante. Hoy apenas quedan unos 3.000 habitantes en el centro histórico, una cifra que se ha reducido a la mitad en apenas dos décadas.

Aunque para muchos el Camino de Santiago conserva su esencia espiritual, incluso algunos peregrinos reconocen que la experiencia se ha visto alterada por las multitudes. 

“Se está perdiendo parte de la espiritualidad que antes caracterizaba la ruta”, comentan quienes repiten la experiencia año tras año. Entre la devoción y la masificación, Santiago enfrenta el difícil equilibrio entre su identidad cultural y la creciente presión del turismo global.

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