El Monte Kailash se presenta en Santiago de Compostela como ruta clave del turismo espiritual
Un viaje hacia el corazón sagrado del Tíbet
Con la mira en una de las rutas sagradas menos conocidas en Occidente y, al mismo tiempo, más universales trascendió la ponencia La Peregrinación a la Montaña Kailash en Tíbet-China como parte del VII Congreso Internacional de la Orden del Camino de Santiago, a cargo de José Carlos de Santiago, consejero de la Orden y presidente de Grupo Excelencias.
Su presentación tuvo como eje el vínculo entre espiritualidad y turismo, bajo la premisa de entender a Kailash como modelo de referencia dentro del turismo de transformación interior.
Un lugar sagrado para cuatro religiones en el corazón del Tíbet
Con 6.638 metros de altitud, el Monte Kailash se alza en la remota región de Ngari, al oeste del Tíbet, y tiene carácter sagrado para cuatro religiones: hinduismo, budismo, jainismo y bön. Durante su ponencia, De Santiago explicó:
“Para los hinduistas, es la morada del dios Shiva; para los budistas, el Monte Meru, centro del universo; para los jainas, el lugar de liberación del primer tirthankara; y para los practicantes del bön, su lugar sagrado primordial”.
El camino espiritual de la kora en Monte Kailas
El ritual central en esta ruta espiritual es la kora, una circunvalación de unos 52 kilómetros en torno a la montaña que representa purificación, renacimiento y liberación espiritual. Según leyendas tibetanas, hacer la kora una vez borra los pecados de una vida; trece veces asegura la iluminación; y 108 veces, la liberación final del ciclo de reencarnaciones.
“El segundo día de la kora se asciende al paso Dolma La, a 5.630 metros. Ese punto simboliza la muerte del ego y el paso a una nueva existencia”, apuntó el ponente.
Durante el festival de Saga Dawa, que conmemora el nacimiento, iluminación y muerte de Buda, miles de peregrinos acuden a rodear la montaña y renovar el “mástil de oración” en Tarboche. Algunos realizan el camino postrándose a lo largo del recorrido, como recordó De Santiago:
“Un paso, se arrodillan, se tumban, y vuelven a empezar. Es una forma tangible de fe”.
Turismo espiritual y sostenible en Kailash
Pese a su aislamiento geográfico, el Monte Kailash recibe cada año a unos 15.000 peregrinos tibetanos, 7.000 hindúes y 2.000 viajeros internacionales. De Santiago destacó el papel de este enclave como destino de turismo religioso y sostenible:
“El turismo religioso representa entre el 20 y el 25% del turismo mundial, según la Organización Mundial del Turismo”.
En este sentido, subrayó que Kailash es un ejemplo de turismo de bajo impacto medioambiental y de conexión profunda con lo sagrado. No obstante, recordó que el acceso está regulado por las autoridades chinas y requiere permisos especiales. No hay infraestructura turística convencional, lo que convierte la experiencia en un viaje austero y profundamente introspectivo.
Kailash y el Camino de Santiago: dos caminos hacia uno mismo
En la parte final de su ponencia, José Carlos de Santiago trazó un paralelismo entre el Camino de Santiago y el Monte Kailash, rutas que, aunque geográficamente distantes, comparten una dimensión profunda:
“El esfuerzo físico, mental y espiritual une a ambas rutas. Ambas impulsan el turismo global y sostenible. Su supervivencia demuestra la importancia del viaje a lo sagrado, al silencio y a uno mismo”.
Gastronomía en el peregrinaje: autocuidado al cuerpo y el espíritu
Uno de los aspectos destacados por De Santiago fue la gastronomía local durante las peregrinaciones, tanto en el Tíbet como en Galicia. Aunque el turismo es internacional, en Kailash la oferta culinaria se adapta a la cultura local. El consejero estableció un paralelismo con el Camino de Santiago, donde la gastronomía también forma parte esencial del recorrido:
“El camino también se hace por el estómago”, afirmó, destacando el valor de la cocina como motivador del viaje y parte integral de la experiencia espiritual.




