El nuevo impuesto a los cruceros en México comienza esta semana
A partir de esta semana, los pasajeros de cruceros que hagan escala en puertos mexicanos deberán pagar un nuevo impuesto turístico de 5 dólares, una cifra que se incrementará gradualmente hasta llegar a 21 dólares en 2028. La medida, impulsada por el gobierno mexicano, busca asegurar que las líneas de cruceros contribuyan al desarrollo de las comunidades locales.
La decisión ha generado fricciones con grandes compañías como Royal Caribbean, que desde hace meses se opone al gravamen alegando que sus pasajeros ya generan beneficios para la economía local al consumir productos y servicios durante las escalas.
El impuesto fue negociado a la baja desde una propuesta inicial de 42 dólares por persona, y se sumará a los cargos portuarios existentes, que en destinos como Cozumel ascienden en promedio a 28,85 dólares por pasajero, según datos de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA).
Según estimaciones, este año se espera la llegada de unos 10 millones de cruceristas en más de 3.300 barcos. Mientras que turistas que llegan por avión ya pagan una tasa incluida en sus boletos, el gobierno mexicano sostiene que los cruceristas también deben “pagar lo justo”, en palabras del asesor Rubén Olmos Rodríguez.
Sin embargo, empresarios locales temen efectos adversos. “Cozumel vive del turismo de cruceros”, advirtió Carmen Joaquín, presidenta del consejo empresarial de la isla. Algunos comerciantes temen que el nuevo cargo disuada a los viajeros de incluir México en sus itinerarios.
La tensión aumenta en medio de la construcción del proyecto “Perfect Day Mexico” en Mahahual por parte de Royal Caribbean, una gigantesca inversión privada con parque acuático, río lento, bares y capacidad para 15.000 personas diarias. El proyecto, con una inversión estimada de 292 millones de dólares, ha generado inquietud entre negocios locales que temen quedar excluidos de los beneficios económicos.
“Parece que quieren quedarse con todo el pastel”, comentó Amelie Gautier, restaurantera en Mahahual.
Pese a las críticas, la compañía defiende su aporte a la región. “Nuestra inversión busca impulsar a pequeños empresarios, ONGs y comunidades”, declaró Jay Schneider, vicepresidente de innovación de Royal Caribbean. Analistas estiman que el nuevo complejo podría generar más de 125 millones de dólares anuales en ingresos para la naviera.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum defiende el impuesto como una vía para reducir el déficit fiscal sin recortar programas sociales. No obstante, la tensión llegó al punto de que funcionarios vetaron a ejecutivos de Royal Caribbean de reuniones clave, mientras la FCCA busca reconstruir el diálogo entre la industria y el gobierno.




