Fundación Casa de México celebra su VI Aniversario en medio del folclore abierto al público

02 de Octubre de 2024 11:13pm
Redacción Caribbean News Digital
Casa de México

 

El arte más representativo de México también se encuentra en España, en el centro de su capital, donde fluye la cultura a raudales. Fundación Casa de México cumple seis años y para celebrarlo pone a disposición de todos, diversas exposiciones que muestran una selección de obras de los artistas más modernos del país. Además, se celebra pronto en México, y con ellos turistas y locales en la otra punta del mundo, el Día de Muertos. 

La labor de la casa de México en Madrid es poner de relieve todas las manifestaciones culturales más mexicanas en la capital española desde hace seis años. Este año, han dejado que el aniversario, que coincide con uno de los días más grandes de México, corra a cargo de Eugenio Caballero, diseñador de producción mexicano y ganador de un Óscar en 2007. Su exposición recorre dos plantas y es culminada por un altar a los muertos, que podrá visitarse durante todo el mes de octubre. 

El "Altar de Muertos", como se llama la obra, estará abierto al público del 2 de octubre al 10 de noviembre de forma gratuita para mostrar a turistas nacionales e internacionales y visitantes locales la tradición milenaria y católica que muestra la riqueza cultural de México.

Una vez más, se hace realidad, desde la Fundación de Casa de México, la constante difusión de la cultura mexicana en España. Dos países hermanados por su identidad, gastronomía y cultura que se fusionan en uno de los principales atractivos turísticos de la capital si uno quiere conocer más de la tradición iberoamericana.

Las buenas ideas brotan de la tradición y la cultura y se plasman en el arte

"Desde hace un año que me invitaron a hacer el altar; evidentemente, las ideas empezaban a fluir". Justamente ideas es lo que no le falta a Caballero, que ha trabajado en superproducciones como El Laberinto del Fauno o Un monstruo viene a verme. Se dice que en México la muerte está viva y así lo transmite Caballero al público en el edificio madrileño: "la vida y la muerte van juntas, no son dos caminos separados, sino que, básicamente, es parte de lo mismo". 

La Casa de México estará decorada durante todo el mes con una fachada de máscaras de barro cocido, parte de la tradición artesanal mexicana, y siguiendo todo el recorrido las flores naranjas que representan la vida y cuyo aroma inunda todo México durante el Día de Muertos. Han establecido una obra de cestería a gran escala, así como los muebles mexicanos que están customizados de acuerdo con la identidad y cultura de esta especial jornada. Cuenta Caballero que se trata, pues, de una colaboración con el artista y artesano Javier Martínez Pedro. 

La base de todo esto es la investigación que ha hecho su equipo en todas las nociones del mundo prehispánico sobre qué ocurre con el alma cuando el cuerpo muere. Para los mexicanos, desde tiempos ancestrales, la espiritualidad y la diferencia entre el mundo terrenal y el alma son algunos de los temas más representados por su arte. En este caso el altar es la parte más importante. 

Altar a México en Madrid por su día grande

En el Día de los Muertos todos los elementos mantienen relevancia y esencia, pero sin perder el carácter festivo. No se relaciona la muerte con el dolor, sino con el color, con los recuerdos y con los gustos de quien se fue. En este altar, se añade el pan de muerto y el chocolate, pero sobre todo, la luz y las calaveras son los identificativos con mayor representación. Las velas, o veladoras, mantienen olor a copal e incienso, pues "el aroma también es otro imán para las almas", expresaba el diseñador. Tampoco se olvidan del tequila y los aguardientes. 

En esta ocasión, lo que sí se ha querido dejar fuera del altar de Casa de México son las fotografías. Este 2024, la memoria recuerda a todos los mexicanos, representando aficiones, gustos y vicios de todos, y sobre todo, elementos relacionados con la cultura como los juegos de dominó, las canicas o los cuadernos. 

Para Eugenio Caballero y su equipo, el altar que han montado es "un teatrino", como le llaman a la obra. 

"Nosotros hacemos cine y teatro. Entonces, esto es básicamente un pequeño teatrino hecho con la técnica teatral de las capas, basada en un dibujo de Javier. Esta es una pieza hecha a mano". 

El corazón de la ofrenda es la meticulosidad que se le ha conferido a cada uno de los temas con una concepción artesana del espectáculo. El diseñador de producción ha replicado una de sus obras para el Cirque du Soleil para conformar el retablo del altar principal: "la idea es que, cuando el cuervo muere, el alma empieza a transitar entre dos mundos". 

Se ha representado un viaje en un mundo relacionado con el agua y la noche, contrapuesto a otro de sol y de día, que es el camino que transita el alma mientras el cuerpo se descompone, para, eventualmente, poder regresar al mundo terrenal habiendo dejado atrás toda la humanidad. 

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