IPW 2025: Señales de alerta en el turismo receptivo de EE.UU.
Acaba de finalizar la última edición de IPW, celebrada en el McCormick Place de Chicago, un evento que volvió a brillar por su organización y por un sólido programa de citas de negocio -aunque muchos se quejaron de más de una hora de receso en la mañana-. Los compradores internacionales coincidieron en resaltar la calidad de los encuentros y la riqueza de la propuesta turística estadounidense.
Sin embargo, desde Caribbean News Digital, hemos constatado matices que merecen atención, especialmente en torno a la disminución de participantes internacionales, la ausencia de comunicación institucional clara, el recorte presupuestario y el impacto creciente de la política interna sobre el turismo receptivo.
Interés comercial, pero fidelidad a los operadores habituales
Los expositores estadounidenses desplegaron una oferta diversa, con nuevos productos, rutas, gastronomía, experiencias culturales y propuestas sostenibles. Muchos compradores acudieron interesados, con curiosidad por las novedades, pero sin intención real de modificar sus acuerdos actuales, nos comentaban.
“El evento funciona, pero se percibe una cautela generalizada a la hora de cerrar nuevos negocios. Hay más observación que acción”, comentaba un participante europeo
Este patrón confirma lo ya detectado por nuestro equipo en otras ruedas de negocio, ferias y entrevistas: el producto gusta, pero los compradores siguen apostando por operadores de confianza.
Descenso de compradores y medios internacionales
Aunque la organización reportó más de 6 000 delegados este año, se notó una reducción en el número de buyers y prensa acreditados. El caso de Canadá es especialmente significativo: el país, que en 2024 tuvo una presencia récord, ha reducido su participación de forma considerable, algo que también se refleja en el descenso del 52 % en las reservas hoteleras provenientes de ese mercado durante abril.
Este dato se alinea con la percepción generalizada de menor tráfico internacional, tanto en la zona de stands como en los eventos paralelos.
La contención institucional
Un hecho que sorprendió a periodistas y delegaciones fue la falta de una rueda de prensa oficial institucional. A diferencia de años anteriores, no hubo balance general ni sesión abierta a medios.
La única rueda de prensa con posibilidad de preguntas fue la presentación de Washington D.C., un destino que, como destacamos en nuestra cobertura anterior, mostró una actitud proactiva y abierta:
“La propuesta de Washington fue una de las más sinceras del evento. Admitieron preguntas, compartieron sus debilidades y conectaron emocionalmente con los asistentes”
Como señalamos en nuestra entrevista con Choose Chicago, la sede de IPW cumplió con nota, consolidándose como un destino turístico mundial y demostrando su capacidad de organización a gran escala.
La ciudad ofreció no solo una infraestructura impecable, sino también una actitud abierta, dinámica y hospitalaria que fue reconocida por delegaciones de todo el mundo. Eventos paralelos, recorridos, atención a medios, una identidad visual de excelencia y una promoción bien articulada sacaron una sonrisa a los participantes.
Este contraste entre la actitud de los destinos y el silencio institucional genera dudas sobre la estrategia de comunicación nacional en un momento donde la transparencia y el liderazgo son más necesarios que nunca.
Política interna e imagen internacional
El turismo receptivo hacia Estados Unidos atraviesa una fase compleja, marcada por señales de estancamiento. A la contención presupuestaria global se suma la incertidumbre política en el país, con efectos sobre la percepción del destino.
Como mencionamos en nuestro artículo sobre Brand USA —“la imagen del futuro del turismo en Estados Unidos”—, el esfuerzo por reposicionar al país como un destino emocional, diverso y sostenible es evidente, pero requiere acciones más coordinadas y constantes en el plano institucional.
Un destino diverso que necesita comunicar mejor
IPW 2025 ha sido, sin duda, un evento eficiente, con calidad en las citas y una oferta turística sólida. No es momento de repensar su formato, pero sí es urgente reforzar la comunicación y la difusión eficaz de la oferta hacia los mercados emisores.
Estados Unidos, como destino, posee la capacidad única de conectar con todo tipo de viajero. Para mantenerse en el top of mind global, debe poner en valor su diversidad, experiencias transformadoras y hospitalidad, más allá del ruido político o las tensiones internas.
La clave no está solo en vender, sino en emocionar, inspirar y generar deseo real de viaje.




