Jorge Rosas: cómo liderar desde uno mismo
Contar es más importante de lo que muchos pudieran creer. En el ámbito profesional,del marketing y los negocios la oratoria se transforma casi en un arte. Bien lo sabe Jorge Rosas Torres, uno de los conferencistas más destacados de Latinoamérica, quien durante COCAL 2025 ofreció claves para la comunicación en el liderazgo empresarial.
El director general de WeWow, una empresa de consultoría en capital humano con sedes en Ciudad de México y Dallas, compartió en exclusiva para Caribbean News Digital compartió su visión sobre lo que significa ser conferencista hoy en día: un oficio que, para él, exige tres ingredientes esenciales.
“Un buen speaker debe tener un contenido claro, contundente y fresco; elocuencia para transmitirlo con pasión; y reputación, es decir, ser congruente entre lo que dices y lo que haces” afirmó el académico, formado en Harvard, Wharton, Stanford y la Universidad de Pennsylvania y nombrado mejor ejecutivo de recursos humanos de México y galardonado con el premio internacional Brandon Hall Award.
“Lo que hagas, ámalo”
Su entrada al mundo de las conferencias no fue planeada. El camino comenzó durante su etapa como socio de una firma de abogados laborales, la que le dio la oportunidad de desarrollar habilidades de persuasión: “Me tocaba hablar con sindicatos, empleados, colaboradores, para evitar huelgas o mejorar la productividad”. Posteriormente, ocupó puestos directivos en empresas como Cinépolis, y fue contratado por Disney para hablar sobre felicidad en el trabajo, diversidad e inclusión en más de 60 países.
“Cada fase de mi vida me enseñó algo que hoy uso. Como abogado, aprendí a argumentar. En Disney, a contar historias, dijo.
Fue entonces cuando conoció a Francisco Rodríguez, de Smart Speakers, quien lo animó a dar conferencias abiertas al público. Así concibió su propia lógica, basada en tres pilares: cómo atraer el mejor talento, cómo ser un mejor líder y cómo crear culturas organizacionales memorables.
La energía, el motor de todo
Durante su participación en el congreso, Rosas destacó la energía como una de las fuerzas más poderosas para lograr resultados, independientemente del tamaño de la empresa o del perfil del emprendedor.

“No importa si eres el CEO de una multinacional o un vendedor ambulante, la actitud con la que enfrentas tu día a día hace toda la diferencia”, aseguró. Para él, la energía es determinante: “No es suerte. Hay gente que te vende algo sin que te des cuenta, y eso es por la energía con la que lo hace. Lo contrario también pasa: alguien puede tener un gran producto, pero si su energía es negativa, no conecta”.
Aunque ante todo lo imprescindible es liderarse a uno mismo, incluso antes que un equipo: “Liderar tus creencias, tus frustraciones, tus miedos y, sobre todo, tu energía”.
Respecto al mundo empresarial, refiere que supone el verdadero significado de libertad, aunque no por ello lo haga sencillo. Mientras, la sensación de hacer lo que se ama deviene la clave del éxito profesional.
¿Todos los speakers son iguales?
Para Rosas no hay una dualidad de conferencias técnicas y motivacionales, sino más bien cuatro tipos,que además determinan los modelos de speakers predominantes: los que se dirigen a grandes audiencias con mensajes motivacionales o estratégicos, y los que se enfocan en personas individuales, ya sea para mejorar su vida personal o sus pequeños negocios”.
Según él, cada speaker debe elegir su espacio. Además, considera que hoy ser conferencista es una profesión en toda regla. De ahí que defiende la importancia de tener experiencia empresarial para hablar desde la práctica, no solo desde la teoría.
Tiempo, contenido y actuación
En cuanto a la duración ideal de una conferencia, Rosas considera que lo óptimo son 60 a 90 minutos, aunque tampoco descarta la posibilidad de conferencias más largas, de hasta ocho horas o programas de un año. Todo depende del objetivo y la profundidad.
Por ejemplo, en el caso de los TED Talks, opina que pueden ser útiles para transmitir una sola idea, aunque, “mientras más corta, más difícil”.
Otra clave en la comunicación oral es la dimensión artística. “Definitivamente hay un componente de actuación. Hay que saber manejar el escenario, las emociones, la voz, el cuerpo”. Por eso, en sus bootcamps de formación enseña justamente eso: cómo energizar a otros. “El contenido, la elocuencia y la reputación son los tres pilares de un gran conferencista”, concluye.




