Huracán Gabrielle y Tormenta Humberto hacen pensar en una temporada ciclónica récord
La combinación del Huracán Gabrielle, que avanza hacia las Azores, y la Tormenta Tropical Humberto, que se fortalece en aguas del Atlántico, ha encendido las alarmas entre meteorólogos y autoridades. Expertos advierten que esta temporada podría convertirse en una de las más destructivas de la historia reciente.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) confirmó la formación de Humberto a mediados de semana y alertó que podría intensificarse rápidamente debido a las anómalas temperaturas cálidas del océano, un fenómeno estrechamente vinculado al cambio climático. Aunque su trayectoria final sigue siendo incierta, se esperan lluvias intensas, fuertes vientos y mar de fondo en áreas del Caribe y la costa atlántica en los próximos días.
Al mismo tiempo, el Huracán Gabrielle avanza con fuerza hacia las islas Azores, donde residen unas 250.000 personas. El NHC advirtió que el ciclón podría provocar oleaje peligroso, corrientes de resaca e inundaciones costeras, lo que ha llevado a las autoridades locales a preparar planes de evacuación preventiva y reforzar la seguridad en infraestructuras críticas.
Los especialistas recuerdan que la temporada de huracanes 2025 ya se perfila como una de las más activas jamás registradas. Según la NOAA, el calentamiento de la superficie marina está creando un “caldo de cultivo” para ciclones más potentes y duraderos. “Estamos entrando en una nueva normalidad, donde tormentas de esta magnitud dejarán de ser excepcionales”, alertó un portavoz de la agencia.
En el plano humano, la situación genera gran preocupación en comunidades vulnerables. En las Azores, las autoridades han pedido a la población asegurar viviendas, almacenar provisiones y estar listas para una posible evacuación. En el Caribe, donde aún se sienten los estragos de anteriores tormentas, la incertidumbre ante el rumbo de Humberto mantiene a la población en máxima alerta.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) subraya que, aunque las tecnologías de predicción ofrecen más tiempo para prepararse, la magnitud de estos fenómenos deja a menudo a las comunidades prácticamente indefensas. “Podemos anticipar el impacto, pero no evitar la devastación cuando el océano provee tanta energía a los ciclones”, explicó un investigador del organismo.
En definitiva, el avance de Gabrielle y el fortalecimiento de Humberto confirman lo que los científicos llevan tiempo advirtiendo: la crisis climática está intensificando la ferocidad y frecuencia de los ciclones tropicales. Para millones de personas en la cuenca atlántica, la gran incógnita ya no es si esta temporada romperá récords, sino cuánto más daño tendrán que soportar las comunidades expuestas.