Una nueva depresión tropical podría formarse esta semana
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) sigue de cerca una onda tropical ubicada frente a la costa de África Occidental que, aunque actualmente enfrenta aire seco y estable que limita su desarrollo, tiene alta probabilidad de convertirse en una depresión tropical hacia mediados o finales de esta semana. Si logra organizarse, podría fortalecerse hasta convertirse en la tormenta tropical o huracán Gabrielle.
Los meteorólogos señalan que el principal inhibidor ha sido la presencia de polvo del Sahara, que reduce hasta en un 50% la humedad atmosférica necesaria para que las tormentas prosperen. Sin embargo, varios modelos de pronóstico coinciden en que el sistema podría ganar circulación en los próximos días y seguir una trayectoria hacia el Caribe nororiental.
“La incertidumbre llegará hacia el final de la semana”, explicó el especialista en huracanes Bryan Norcross. “Algunos modelos llevan al sistema hacia mar abierto en el Atlántico, pero otros lo proyectan cerca de las islas del noreste del Caribe. Es clave que Puerto Rico y la región se mantengan atentos a los pronósticos”.
El aparente “descanso” en la actividad ciclónica es llamativo para la plena temporada de huracanes, ya que hasta ahora solo se ha formado un huracán importante: Erin, que alcanzó categoría 5 en agosto lejos de la costa este de Estados Unidos. Los expertos atribuyen la calma relativa a factores como la disminución de tormentas sobre África, un desplazamiento de la Zona de Convergencia Intertropical, la llamada “Niña” —aguas más frías de lo normal frente a África— y niveles bajos de inestabilidad vertical.
Pero mientras el Atlántico central muestra menos actividad, el riesgo de sistemas “homegrown” —tormentas que se forman más cerca del continente americano— podría aumentar en las próximas semanas. El regreso del Giro Centroamericano, una amplia área de baja presión que suele emerger en septiembre, podría favorecer la formación de ciclones cerca de Centroamérica, el Golfo de México y el Caribe occidental.
Con más de medio ciclo aún por delante, los meteorólogos advierten que este período de calma puede ser engañoso. Las aguas del Atlántico permanecen anómalamente cálidas, y si las condiciones atmosféricas se tornan favorables, la temporada de huracanes 2025 aún podría intensificarse antes de noviembre.




