¿Está la política afectando la imagen turística de España?

24 de Junio de 2025 2:43pm
Verónica de Santiago
turismo en España

 

En un contexto de creciente tensión institucional, muchos se preguntan si la situación del Gobierno de Pedro Sánchez está comenzando a dañar la imagen internacional de España en el sector turístico. Las controversias políticas, los escándalos mediáticos y la desafección de parte de la ciudadanía contrastan con unas cifras de visitantes que, por el momento, siguen en ascenso.

¿Corre riesgo el liderazgo turístico de España? ¿Podrían destinos como República Dominicana, estrechamente ligados a la inversión y al turismo español, verse perjudicados por el descontento del viajero?

España cerró 2024 con un récord histórico de más de 94 millones de turistas internacionales, consolidándose como una de las potencias turísticas mundiales. Esta tendencia se mantiene en 2025, pese a los vientos políticos adversos. En lo que va de año, medios internacionales como The GuardianBBCPolitico han mostrado una creciente desafección hacia la figura de Pedro Sánchez. Escándalos vinculados al uso de la fiscalía, supuesta corrupción de sus ministros y entorno familiar y medidas judiciales controvertidas han generado titulares poco favorables que afectan la imagen institucional del país.

Aunque por ahora esto no ha impactado directamente en las cifras de turismo, expertos advierten que una prolongada crisis de reputación sí podría afectar a medio plazo a segmentos como el turismo de lujo, las inversiones extranjeras o el turismo MICE, donde la confianza y estabilidad institucional son clave.

En cuanto a otros destinos, La República Dominicana es uno de los ejemplos más relevantes. En 2024 recibió más de 11 millones de turistas, y en los primeros meses de 2025 ya supera los 4,3 millones de visitantes. El país caribeño mantiene un fuerte vínculo con España, tanto en número de turistas como en inversión hotelera.

A pesar de que La República Dominicana ha sido mencionado en medios españoles en relación con supuestas tramas de corrupción del Gobierno de España y familiares del presidente, no hay evidencia de que ello esté afectando al turismo bilateral. Ni desde el Gobierno dominicano ni desde el sector privado se percibe una alarma. Al contrario: el país se presenta cada vez más como un destino renovado, sostenible y atractivo para el viajero español, reforzando su presencia en ferias internacionales y apostando por una oferta diversa que incluye cultura, naturaleza y lujo accesible.

¿Puede el hartazgo del viajero español reducir su interés por viajar a países relacionados con polémicas políticas? De momento, no hay datos que lo confirmen, pero sí un creciente debate social sobre la ética de viajar a ciertos destinos. La conciencia del consumidor también ha llegado al turismo.

Por el momento, el mensaje es claro: la política no ha frenado el turismo, pero sí ha dañado la reputación internacional del Gobierno español. Esta erosión, aunque aún no repercute en las cifras de visitantes, podría escalar si no se refuerza la imagen de país confiable y moderno. Instituciones como Turespaña o el Ministerio de Industria y Turismo tienen el reto de blindar la marca España frente al ruido político.

España sigue siendo un destino turístico líder, pero necesita cuidar tanto su hospitalidad como su credibilidad. Porque el turista viaja por ocio, pero también por confianza.

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