Alfredo Pérez Bravo, Embajador de México en Rusia
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En los últimos años, México descubrió el mercado turístico ruso y en muy poco tiempo, de 2007 a 2010, pasó de sólo 1.400 visitantes a 30.000 recibidos en un año. La agilización del trámite del visado, las campañas promocionales, el estrecho trabajo con los touroperadores e incluso el aumento de relaciones comerciales y de ventas de productos icónicos como el tequila han contribuido a un mayor acercamiento bilateral. Con un rol cardinal en ese proceso, el Sr. Pérez Bravo nos habló recientemente sobre las perspectivas y el estado del intercambio turístico, y de los esfuerzos en áreas estratégicas como la conectividad aérea.
¿Cómo se está comportando la gestión del mercado mexicano en Rusia?
-Extraordinariamente. Yo diría que el punto clave ha sido la reducción de los tiempos para recibir la visa mexicana. Actualmente, cualquier ciudadano ruso, en cualquier lugar de la Federación Rusa, que es un país gigantesco, puede desde su computadora, en una agencia de viajes, obtener su visa en cinco minutos. No necesita pagar, no necesita fotografía, no necesita más documento que su pasaporte vigente.
La visa electrónica ha revolucionado la capacidad y la posibilidad de los rusos de viajar a México. En 2007 viajaron 1.400 turistas rusos a México. Por entonces eran dilatados los tiempos para obtener la visa. En 2010, cuando solamente tardaba dos días el trámite y ya dábamos visas hasta por diez años, con múltiples entradas, viajaron 30.000 turistas rusos. Para 2011, con el nuevo cambio, esperamos superar la cifra de 50.000 y quizás, en un escenario más optimista, llegar a los 100.000. Por supuesto, esto será posible si logramos convencer a algunas aerolíneas de las bondades financieras y los beneficios de establecer rutas directas desde Rusia, concretamente Moscú o San Petersburgo, a Cancún, a Ciudad de México y quizás algún otro punto de la geografía mexicana.
En estos momentos, el ruso es el mercado turístico europeo que más crece, con mayor velocidad, en términos relativos de emisión a México. Por otra parte, México se ha posicionado ya como el segundo destino más importante del turismo ruso en América Latina, por detrás de República Dominicana, mientras que Cuba es tercera. No es una competencia; la verdad es que los tres países tienen maravillas que ofrecer, pero lo que quiero destacar es cómo benefició a México el cambio en el sistema de otorgamiento de visa para el turista ruso. Y debo decir que el turista ruso que viaja a México regresa tan satisfecho, que planea un segundo viaje prácticamente al año siguiente: hoy los mejores promotores de México en Rusia son los propios turistas rusos.
¿Qué rasgos distintivos aprecia en el turismo ruso?
-El turista ruso, en promedio, es gente con una muy buena preparación académica, un buen nivel intelectual. Buscan no solamente el sol y la playa, sino visitar centros históricos, conocer la cultura, y México puede ofrecerles mucho en ese sentido: tenemos una historia de más de 3.000 años y una gran diversidad cultural. Muchos amigos rusos me dicen que quieren ir a México en 2012, por lo relacionado con el fin y el comienzo del ciclo maya. No creo que muchos se suban en un avión doce horas para llegar a un país y tener sólo buen hotel y otras comodidades, buen clima, buen sol y buena playa, algo que pueden encontrar más cerca de Rusia: creo que hoy buscan algo más, nuevas experiencias que al final de la jornada les hagan sentir que el viaje tuvo sentido, valió la pena.
Hay también una histórica simpatía mutua, desde hace mucho. Hay relaciones diplomáticas con Rusia desde hace 125 años.
¿Cuál es la estancia promedio de un turista ruso en México?
-Contamos con un vuelo chárter, para el que se contratan paquetes por dos semanas. Aquellos que toman el chárter están dos semanas. Pero gran parte de los que viajan a México no lo hacen en chárter, sino en líneas regulares haciendo conexiones, y se pasan como mínimo una semana en nuestro país. Yo situaría el promedio actualmente en unos nueve días.
¿Cuántos touroperadores trabajan actualmente el mercado ruso hacia México?
-Son cuatro o cinco grandes compañías rusas las que están moviendo la mayor parte del turismo, pero en la embajada tenemos registradas 160 agencias de viajes que ofrecen paquetes y promociones de viajes a México. Asociadas con el chárter debe haber dos o tres grandes empresas, pero eso no significa todo. El 40% de los turistas rusos usan el vuelo chárter; el resto llega a México por otras vías.
¿Ha afectado a México la desaparición por quiebra este año del touroperador Capital Tour?
-La emisión turística de Rusia a México no depende de operadores o empresas particulares. En Rusia hay un gran apetito por viajar, por conocer el exterior, y si no consiguen cumplir ese deseo por un lado entonces buscan otro medio. Hay una gran diversidad de agencias y touroperadores, y mi opinión es que todo está creciendo de forma acelerada. Es un salto increíble pasar de 1.400 a 30.000 turistas en menos de cuatro años.
Ahora lo que necesitamos es más asientos, más vuelos, más frecuencias. Que más aerolíneas logren contratos de asociación con sus similares en México o en Estados Unidos o Europa, y que desde Moscú y otras grandes ciudades de este país el turista ruso se suba al avión y se olvide de problemas para estar conectando o comprando otro boleto para llegar a México. Sería muy positivo que otras aerolíneas como Aeroflot consideren sumarse a las rutas a México, y que lo hagan también más empresas lo mismo de Rusia que México, España u otro país. Hay beneficio para todos. Es evidente que el negocio va a seguir creciendo.
Respecto al transporte aéreo, se alega que México es un país de cielos cerrados, donde las limitaciones para las aerolíneas extranjeras son grandes. ¿Podría suceder que al igual que se agilizó el visado se instaure una política de cielos abiertos para aerolíneas rusas, de modo que puedan tocar diferentes puntos dentro de la geografía mexicana?
-En los últimos dos años ha habido una reconsideración importante sobre cielos abiertos en México. Lo que yo puedo decir con respecto a las aerolíneas rusas, porque me corresponde, es que desde el momento en que comentamos la posibilidad de que Transaero llevara el chárter a México, y sobre nuestro deseo de que Aeroflot volara a nuestro país también, tuvimos la luz verde de las autoridades de aviación civil mexicanas. Tenemos un convenio de transporte aéreo bilateral, y quiero anunciar que ese convenio se va a revisar, a actualizar. Este año vamos a iniciar las negociaciones para modernizarlo.
Igualmente, estamos trabajando de forma dinámica para proponer un nuevo convenio bilateral de colaboración en el turismo. No hay problema alguno de limitación en el caso de la llegada de aerolíneas rusas a cielos mexicanos.
Hay algo que destacar, y es que todo este trabajo de acercamiento lo han facilitado usted y la embajada, pues no hay en Moscú una oficina de turismo. Usted ha sido embajador en todos los aspectos: político, económico, turístico, trayendo a representantes de destinos mexicanos… ¿Dónde considera que ha sido más fácil el trabajo, en México o en Rusia?
-Hablando francamente, a título personal, yo diría que ha sido más difícil al interior de México. Por ejemplo, en el tema de la visa tuvimos que superar ideas y concepciones que ya no operaban en el siglo XXI, ideas de una Rusia en conflicto, una Rusia que ya no existe. Tomó tiempo y esfuerzo, pero al final las principales autoridades en México han tenido muy en claro la importancia que tiene ese país en el terreno del turismo. Y también se ha logrado abrir el mercado ruso a los productos mexicanos. Hace tres años no se vendía tequila mexicano, o buen tequila, en Rusia: hoy tenemos ventas de 50 millones de dólares y se encuentran aquí los mejores tequilas en tiendas y supermercados de Moscú, San Petersburgo y Ekaterimburgo. Hemos logrado los permisos para la venta de carne mexicana, y en los últimos tres meses hemos vendido 28 millones de dólares. Y en la última feria de alimentos y bebidas en Moscú, Prodexpo, concretamos negocios por 58 millones de dólares. Esto habla de la buena aceptación que tiene México en Rusia.
Agradezco mucho el comentario sobre mi persona, pero la verdad es que si yo no tuviera el apoyo de mucha gente no se hubiera logrado. Por ejemplo, en el tema del turismo, las organizaciones de hoteleros de Cancún, de Riviera Maya, entendieron desde el principio, cuando hablamos con ellos, que este era un mercado que podía crecer y ser muy importante. En estos momentos calculamos que Cancún está recibiendo 200 millones de dólares en derrama económica provenientes del turismo ruso. Eso no existía hace dos años.
Está Cancún, está la Riviera Maya, pero otros destinos no están aún…
-Y podrían estar. De hecho, ahora está entrando de manera muy firme la Ciudad de México. Y este es un destino con mucho potencial, pues, como dije antes, el 60% del turismo ruso que llega a México no lo hace por chárter sino por líneas regulares haciendo conexiones, y éstas generalmente llevan a Ciudad de México. Y cada vez más, estos turistas deciden pasar tres o cuatro días en la capital mexicana antes de irse a la costa. Espero poder decirte el próximo año que ya también van a Los Cabos, a Vallarta y otros sitios.
2010 fue el año en que la Unesco reconoció como Patrimonio Mundial los valores de la cocina mexicana. ¿Ha tenido esto repercusión en el mercado ruso?
-Los rusos de más de 40 años, que fueron educados en la era soviética, tienen mucha información de la cultura mexicana, y están cercanos a la historia de las civilizaciones prehispánicas: los mayas, los mexicas, etc., pero también muy cercanos al movimiento de la Revolución Mexicana, que es un icono histórico para ellos. Cuando el año pasado celebramos los 200 años de la independencia de México y los 100 años de la Revolución Mexicana, eso generó mucho interés, de cierta forma revivió el recuerdo en esos rusos mayores de 40 años, y generó una gran curiosidad en las nuevas generaciones. Yo he dado conferencias en más de 25 universidades de todo el país, y algunos jóvenes me decían que antes no tenían idea de que México tenía una historia tan prolongada como Egipto o China. Y esa celebración del año pasado fue un buen momento para volver a presentar a México, y ayudó en términos de promoción y de conocimiento de nuestra cultura. México y Rusia son dos gigantes mundiales en términos de cultura. Es un encuentro natural en la cultura: son dos gigantes que se deben encontrar.
¿Abrirá Sectur una oficina en Rusia?
-Lamentablemente por ahora no. No hay recursos, y de hecho hay una reestructuración dentro de la Secretaria de Turismo y del Consejo de Promoción Turística, y no está en los planes inmediatos abrir una oficina en Moscú. Yo le he pedido a mi equipo en la embajada tener presente que no solamente somos miembros del servicio diplomático, sino que somos promotores de México, y así como tenemos que vender tequila tenemos que vender hoteles y todo lo que México ofrece.
¿Tendrán ustedes presupuestos de inversión publicitaria para el mercado turístico ruso?
-Esa es mi siguiente batalla, no sé cómo me irá pero es una batalla que tenemos que dar, porque creo que ya entramos a otro nivel donde la estrategia de promoción tiene que ser distintas, estar en otras ligas.