Barco de cruceros Azamara Quest llega finalmente a puerto de Malasia tras incendio en alta mar
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El barco, que el pasado viernes sufrió un incendio en la sala de máquinas que le dejó sin propulsión temporalmente con casi 600 pasajeros y más de 400 tripulantes a bordo, fue reparado en la noche del sábado y entró lentamente el domingo en el puerto de Sandakan, estado malasio de Sabah, donde un empleado severamente afectado por inhalación de humo fue trasladado al hospital.
Azamara Cruises informó que los pasajeros tenían la opción de quedarse a bordo mientras el barco permanecía atracado en el puerto o trasladarse a un hotel local.
El presidente y CEO de la naviera, Larry Pimentel, que es esperado este lunes en Malasia, elogió a la tripulación por sus “valerosos esfuerzos durante el fuego” y “el modo en que trabajaron sin cesar para asegurar que los huéspedes estuvieran tan cómodos y animados como era posible hasta llegar el barco a puerto”.
Además, agradeció a los pasajeros por “su paciencia y comprensión”. “Sabemos que fue una travesía difícil, y apreciamos su positiva actitud”, dijo.
La naviera ha cancelado el resto del crucero de 17 noches del Azamara Quest, que comenzó el 26 de marzo en Hong Kong y debía concluir el 12 de abril en Singapur. Los pasajeros recibirán un reembolso completo y además un bono por el mismo precio que pagaron para emplearlo en otro crucero.
En el momento del incidente, el buque navegaba por el Mar de Sulú entre Manila y Sandakan.
El Azamara Quest viajaba con 590 turistas, mayormente europeos y estadounidenses, y 411 tripulantes. Tras sufrir un incendio que el viernes en la noche dañó uno de sus motores, le dejó sin propulsión y afectó a cinco tripulantes por inhalación de humo, pudo ser reparado en la noche del sábado y emprender lenta navegación hasta Sandakan, a seis nudos, equivalentes a 11 kilómetros por hora.
Según autoridades del servicio filipino de guardacostas, el herido más grave, Juan Carlos Rivera Escobar, es de nacionalidad guatemalteca. También son tripulantes los otro cuatro afectados.
El accidente se suma a otros dos mayores sufridos recientemente por la industria de cruceros: el naufragio del Costa Concordia, en enero pasado en la isla italiano de Giglio, y un incendio en la sala de generadores del Costa Allegra, que a fines de febrero le dejó a la deriva durante tres días en el Océano Índico.