Brasil: comienza la única fiesta más grande que el Carnaval

Siete años de preparativos, avances y desafíos, problemas e incertidumbres. Trabajo duro e inversión cuantiosa, superior a los 11 mil millones de dólares. Atrasos en las obras, huelgas, protestas, desconfianzas, algunos desencuentros con la FIFA, especulación con los precios… Todo, aun cuando sobrevengan tropiezos e imperfecciones en los días por venir, queda atrás este jueves. Suena el primer silbatazo en Sao Paulo, comienza el Mundial 2014 y Brasil se rinde a la única fiesta más grande que el Carnaval: el fútbol, la Copa del Mundo, la posibilidad de la sexta copa.

Hasta este mismo miércoles se temía un inicio accidentado del mega evento deportivo, pero los empleados del metro de Sao Paulo han depuesto su huelga, un paro parcial que afectaba a millones de pasajeros cada día (las cinco líneas del subterráneo paulista transportan diariamente a más de cuatro millones de pasajeros).

No obstante, queda fresco el recuerdo de la Copa Confederaciones, y todos están atentos a nuevas protestas de gremios -que identifican en el Mundial un trampolín para lograr respuesta a sus demandas- o grupos contrarios a la organización del Mundial.

De hecho, los trabajadores de los dos aeropuertos de Río de Janeiro (Galeao y Santos Dumont) han declarado un paro de 24 horas, desde el primer minuto de este jueves, el día en que comienza la Copa del Mundo, exigiendo alzas salariales de al menos 5,6% y bonificaciones especiales por el Mundial. El paro se limita a 24 horas y al 20% del personal.

En cuanto a las protestas violentas, la presidenta, Dilma Rousseff, advirtió el miércoles que el gobierno no tolerará actos de vandalismo en eventuales protestas que se realicen durante el Mundial.

“Somos un país democrático, respetamos los derechos de las personas a manifestarse”, dijo la mandataria, pero subrayó que “no tendremos la menor contemplación con quien crea que puede practicar actos de vandalismo o afectar el derecho de la mayoría”.

El gobierno brasileño “garantizará la seguridad a todos los turistas, brasileños y extranjeros”, remarcó.

Desde que fuese nominado como país anfitrión en 2007, el país ha destinado 11.520 millones de dólares (tanto en el sector público como en el privado) en recursos humanos y económicos para garantizar que el Mundial sea un éxito.

Recientemente, una alta directiva de Embratur, el Instituto Brasileño de Turismo, precisaba que “en movilidad urbana (con unos 45 proyectos) se han invertido US$3.600 millones; en aeropuertos US$2.835 millones; en seguridad US$855 millones; en puertos US$270 millones; en telecomunicaciones US$180 millones; en infraestructura turística US$90 millones, y en instalaciones complementarias otros US$90 millones”.

Estos siete sectores representan US$7.920 millones, el 68% del total de inversiones en infraestructura. Adicionalmente, fueron invertidos US$3.600 millones en los estadios, pero no hay recursos públicos federales en la construcción de estadios. “Son básicamente inversiones privadas (por medio directo o por financiación) o inversiones de los gobiernos locales”, explicaba la funcionaria.

En el ámbito del turismo se estima que en Brasil se han generado 200.000 nuevos empleos para atender la demanda de la Copa Mundial. Gracias al evento deportivo se inyectará 46.784 millones de euros (142.000 millones de reales) en la economía brasileña entre 2010 y 2014.

Una de las grandes apuestas del gobierno brasileño es en la seguridad. Vicente Neto, presidente de Embratur, ha confirmado que “la protección de los aficionados está asegurada, ya que el país ha venido poniendo foco en este tema no sólo a través de sus inversiones, que ascienden a 615 millones de euros hasta la fecha (1.900 millones de reales), sino también habiendo creado los Centros de Comando y Control Integrados (CICC) a lo largo de sus 12 ciudades sedes. Estos organismos garantizarán la seguridad en el país en la resolución de problemas como el tráfico, el orden público y las emergencias médicas”.

De esta forma, el plan operacional de seguridad cuenta con 157.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y fuerzas de la seguridad pública que se distribuirán por las 12 sedes garantizando la seguridad de las autoridades, delegaciones y aficionados.

Inversiones en aeropuertos y estadios

En su objetivo de invertir en el legado del país, Brasil ha destinado 5.798 millones de euros (17.600 millones de reales) en movilidad urbana abarcando carreteras, puertos, aeropuertos, nuevas estaciones y terminales.

Sólo en el aeropuerto Internacional de Río de Janeiro se han invertido alrededor de 115 millones de euros (355 millones de reales) con el fin de ampliar su capacidad desde 13 millones a 30,4 millones de pasajeros. En la ciudad carioca, en el Aeródromo de Galeão, se ha estrenado el BRT Transcarioca, un ómnibus que permitirá llevar alrededor de 320.000 personas diariamente desde el aeropuerto pasando por el estadio de Maracaná hasta la Barra Tijuca a través de 45 estaciones (39 kilómetros de distancia).

En  la ciudad de São Paulo, la recién inaugurada Terminal 3 del aeropuerto de Guarulhos ha ampliado su capacidad hasta los 42 millones de pasajeros al año, todo ello para recibir el 25% de los vuelos internacionales durante el Mundial, posicionándose como uno de los mayores del hemisferio sur.

Otra área en que Brasil ha realizado grandes inversiones para ofrecer un evento de garantía es la construcción de las estructuras deportivas, con una inversión que ronda los 2,6 millones de euros (8 millones de reales).

Los estadios han sido construidos siguiendo las directrices que marca el Sello Verde (diferencial FSC), una iniciativa internacional que consiste en que la construcción, ejecución y funcionamiento de edificios e infraestructuras transcurran bajo premisas de sostenibilidad.

Buen ejemplo de ello es el estadio de la ciudad de Salvador, llamado Arena Fonte Nova, que será testigo del debut de España frente a Chile el próximo 13 de junio y que ya ha recibido el certificado LEED (Leadership in Energy and Environmental Design).

En lo que se refiere a atención y servicio al turista, Brasil amplió su oferta hotelera en 15%, con el fin de cubrir en su totalidad las necesidades de alojamiento de los visitantes. En ese sentido, se suman más de 59.713 habitaciones alternativas, incluidas pensiones, campings y residencias particulares en arrendamiento.
 
Por otro lado, el Programa Nacional para el Acceso a Educación Técnica y Empleo (PRONATEC) ha capacitado a cerca de 166 mil personas involucradas directamente en el desarrollo de la Copa del Mundo en idiomas, servicio al cliente, gastronomía y servicios hoteleros.

“Este evento representa una oportunidad imperdible para que los turistas convivan directamente con la cultura y con la personalidad del pueblo brasileño, que abre sus puertas al mundo con el único objetivo de convertirse en el mejor anfitrión de la Copa del Mundo y brindar la más cálida experiencia a todos sus visitantes”, afirmó el presidente de Embratur

Para todos aquellos que no hayan podido adquirir sus entradas para los partidos y quieran vivir con la misma intensidad y pasión los encuentros como si estuvieran en el estadio, la organización ha puesto en marcha en todas las ciudades sede los Fan Fest: una atracción turística y deportiva a disposición de los aficionados para disfrutar de los encuentros de sus selecciones y poder ver los partidos de manera gratuita.