Cabañas en los árboles comienza a dar forma a su nuevo centro del País Vasco
El nuevo centro de Cabañas en los árboles del País Vasco empieza a tomar forma. El equipo de trabajo que se ocupa de las obras del complejo, situado en Zeanuri, cerca de Bilbao, ha terminado de instalar la primera de las cuatro cabañas con que abrirá sus puertas hacia finales de año.
Sus promotores están convencidos de que el complejo se convertirá en uno de los polos turísticos de la zona y esperan “recibir visitantes de todo el Estado pero también del extranjero, atraídos por los alojamientos excepcionales que estamos haciendo”.
Parte de la inversión necesaria de 650 mil euros para sacar adelante el centro se ha conseguido gracias a una campaña de micromecenazgo.
La primera de las cabañas, de unos 30 m2, se ha construido a 15 m de altura en torno a un solo árbol con unos cables que la sostienen por el techo, un sistema ideado por Manu Grymonpré, impulsor del proyecto junto con Karin van Veen, para dar “un aire mágico” a cada habitáculo, como si flotara en el aire. Cuenta con una escalera con diferentes tramos para acceder a su interior.
Las cabañas están hechas con maderas nobles como castaño, un gran nivel de aislamiento, doble cristal y elementos sostenibles como estufas de bioetanol. Se ha previsto construir tres más para la inauguración que se espera pueda ser antes de terminar el año.
Además, el complejo, situado en un paraje en el límite de los parques naturales de Gorbeia y Urkiola, contará con cuatro roulottes de madera que servirán para completar la oferta de alojamiento y un caserío que se ha rehabilitado para ubicar la recepción.
El proyecto incluye la construcción de una decena de cabañas, algunas con agua y electricidad. El nuevo centro, segundo de este tipo en el Estado después del de Sant Hilari de Sacalm, en Girona, se ha podido sacar adelante gracias al éxito de una campaña de micromecenazgo que ha permitido a sus impulsores conseguir 350.000 euros de pequeños inversores.
La mayoría de ellos han decidido participar económicamente en la iniciativa empujados por “la solidez del proyecto, el hecho de haber vivido la experiencia de alojarse en una de las cabañas y para sentirse también parte de la empresa”, como dice Van Veen. Recibirán un interés anual del 4,5% y podrán pasar una noche para dos personas en alguno de los dos alojamientos por cada 1.000 euros invertidos.
El centro Cabañas en los árboles de Sant Hilari de Sacalm, en Girona, fue pionero en el Estado en ofrecer una fórmula tan original de alojamiento como pasar una noche en una cabaña colgada en un árbol y en medio de un bosque, sin agua corriente ni electricidad.
La propuesta ha tenido tanto éxito que a estas alturas para poder disfrutar de la experiencia en el complejo hay que reservar con mucha antelación. Es precisamente esta gran aceptación, sobre todo entre parejas, que ha llevado a sus creadores a abrir otro centro en el País Vasco, utilizando la experiencia acumulada, tanto en la gestión como en el diseño y construcción de este tipo de habitáculos.