Chile: Considera estudio de CEPAL que la clase media ha crecido en América Latina

Chile. Un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), publicado en la edición de este mes de la revista de esa organización, plantea que la clase media ha crecido de manera sostenida en los últimos 16 años en diez países latinoamericanos, hasta abarcar a 128 millones de hogares.

No obstante, el trabajo deja muy claro desde sus inicios que la pertenencia a la clase media no estaría dada necesariamente por la inserción ocupacional y ni siquiera por el ingreso de los miembros de esas familias, sino en primer lugar por su condición de consumidores.

"La aspiración de las personas es participar en ese nuevo espacio consumidor, y ello es identificado como ser de clase media. Ergo, no necesariamente existe correlación entre condiciones objetivas y percepción subjetiva", señalan los autores del estudio, aunque apuntan que también se han dado un grupo de condiciones objetivas para el surgimiento de esta clase.

Los investigadores: el consultor Rolando Franco, el director de la División de Desarrollo Social de Cepal, Martín Hopenhayn y el consultor Arturo León, explican detalladamente que la situación actual de los estratos medios de las sociedades latinoamericanas presenta características novedosas, indica un despacho de Notimex que también hace referencia a los interesantes aportes de su indagación.

De acuerdo con la misma, desde 1990 hasta antes de la crisis de 2008 sí creció en la región el número de hogares de clase media y su ingreso promedio, debido al aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de varios países de la zona, combinado con la disminución de la pobreza y una leve mejoría de la distribución del ingreso.

"En la historia corta -los primeros años del nuevo siglo- cabe destacar a nivel macro las mayores facilidades de financiamiento que tuvieron los países de la región y la fuerte demanda por muchos de los productos regionales exportables", explican.

También puntualizan que incidió a favor del desarrollo de los hogares de esos países el hecho de que se redujera en ese período la tasa de dependencia familiar y creciera la incorporación de las mujeres al mercado laboral, con la consiguiente disminución en nacimientos.

Ello coincidió con la “sociedad de bajo costo”, caracterizada por el surgimiento de una industria orientada a abaratar el costo unitario de muchos bienes de consumo “simbólicos” que antes solo podían ser adquiridos por estratos de ingresos superiores, según abunda el estudio.

Otra de las variables que favoreció en esa dirección, y que está más vinculada con el consumo, fue la ampliación del crédito, con tasas de interés más reducidas al que tuvieron acceso personas de bajos ingresos, lo que contribuyó a una dinámica de movilidad social ascendente.

Así, las conclusiones del trabajo llevan al hecho de que el incremento del número absoluto de hogares de estrato medio a 128 millones en 16 años permite apreciar mejor el destacado efecto de demostración que generan pautas de consumo cada vez más difundidas.