Copacabana por el último récord del año
La tradicional fiesta de despedida del año que se celebra cada año en la playa de Copacabana, en la zona sur de Río de Janeiro, contará con un número récord de visitantes extranjeros, según la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera la cual reportó que el 40% de las 9,500 habitaciones de la ciudad ya fueron alquiladas por visitantes.
Pese a que los brasileños continuarán siendo la mayoría entre los turistas esperados para la fiesta del martes, el número de extranjeros no tendrá precedentes en un fin de año en Río de Janeiro.
El número de turistas viajeros en el último día del año será similar al que visitó la urbe en las fiestas de Carnaval del 2002.
Entre los foráneos, según la Asociación, el 20% procederá de los Estados Unidos, el 8% de Alemania y el 7% de Francia.
Los hoteles agotaron todas sus reservas y muchos turistas se alojarán en casas de amigos o en posadas improvisadas.
La llamada fiesta de "Reveillon", que cada año atrae a más de un millón y medio de personas a las arenas de Copacabana, una de las playas más conocidas del mundo, tendrá un costo este año de cerca de 1,2 millones de dólares.
"Los costos aumentaron y tuvimos que invertir mucho más para que el espectáculo ganase en brillo en comparación al del año pasado", aseguró el secretario de Turismo de Río de Janeiro, José Eduardo Guinle.
"Creíamos que la devaluación del real frente al dólar aumentaría el número de turistas brasileños, ya que muchos desistirían de viajar al exterior, pero lo que ocurrió fue que la ciudad quedó bastante barata para los visitantes extranjeros", afirmó el vicepresidente de la asociación hotelera, Angelo Vivacqua.
Además de los extranjeros que reservaron hotel, otros dos mil llegaron a Río de Janeiro a bordo de dos de los 26 cruceros que tienen previsto anclar en el puerto de la ciudad entre diciembre y marzo próximo.
Los primeros en llegar fueron el "Delphin" y el "Island Escape", con una pequeña parte de los cerca de 95.000 visitantes que, según las previsiones, desembarcarán en el puerto de Río de Janeiro en la actual temporada de verano.