Cuba: Con un multitudinario concierto La Habana se convirtió en la capital mundial de la paz

Cuba. La plaza de la Revolución José Martí de La Habana atrajo las miradas de todo el mundo este domingo 20 de septiembre, para reunir a más de un millón de personas que disfrutaron del concierto con el que el colombiano Juanes y otros 14 artistas le cantaron a la paz.

Un mar de cubanos vestidos de blanco inundó este emblemático espacio sin temer al azote del sol, que caía implacable sobre las 2 de la tarde, cuando la cantante puertorriqueña Olga Tañón abrió el espectáculo, con un emotivo mensaje en el que pidió “un abrazo fraternal, lleno de amor, de hermandad y de paz, de parte del exilio cubano, por parte de los que nos apoyaron y por parte de los que no, por parte de millones y millones alrededor del mundo que están con nosotros con un solo propósito, el propósito de la paz”.

Y por la paz se pidió, se gritó y cantó toda la tarde con las voces y ritmos más diversos, combinando los tonos suaves e íntimos de Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez o Carlos Varela, con un ambiente que fue “in crescendo” tras la aparición de Orishas y el propio Juanes, y que tuvo un cierre de oro con la interpretación de la orquesta Van Van.

El sello de identidad de este concierto era “Paz sin fronteras”, el nombre del proyecto de Juanes materializado por primera vez en 2008, y ahora vuelto a hacer realidad en La Habana. Sin embargo, para poder realizarlo esta vez, el cantante colombiano tuvo que enfrentar las agresiones y críticas de los sectores más recalcitrantes del exilio en Miami, Estados Unidos.

“No sólo recibí el apoyo de quienes se decidieron a cantar conmigo en esta plaza, sino de muchas otras personas que ayudaron a echar este sueño adelante. Creo que tenemos que estar aquí, y no solamente en Cuba, también en Ecuador, México, por todos lados, y recordar siempre que no podemos dejar que nos dividan más”, subrayó Juanes antes del encuentro.

El pueblo cubano agradeció con creces ese empeño, a él y a todos los que lo acompañaron, y les regaló una plaza desbordante de cariño y alegría, “una plaza que nunca olvidaremos”, como dijo en su despedida el propio Juanes.