Ecuador: Científicos internacionales ratifican a Galápagos como un laboratorio vivo de interés mundial
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Ecuador. El archipiélago de Galápagos es un laboratorio vivo que atrae la mirada del mundo por su diversidad de especies, afirmaron científicos participantes en la II Cumbre de la Evolución, recién concluida allí.
Esa diversidad fue la que conquistó al sabio inglés Charles Darwin cuando visitó el archipiélago en 1835, y vio que el ecosistema era favorable para observar la evolución de su flora y fauna, precisó Carlos Valle, profesor y codirector del Instituto Académico de Galápagos para las Artes y las Ciencias.
Esta entidad forma parte de la Universidad San Francisco de Quito, principal organizadora del encuentro, al que asistieron en esta ultima edición 150 científicos e investigadores de diferentes países, así como organizaciones académicas internacionales.
Según Valle, las Islas Galápagos, ubicadas a mil 50 kilómetros de las costas de Ecuador, se poblaron hace más de cinco millones de años, cuando llegaron a ellas animales principalmente de la parte continental de Suramérica.
Si pensamos en el ancestro de un pingüino, lo más probable es que vino nadando, arrastrado por la corriente de Humboldt desde las costas chileno-peruanas, y en las ecuatorianas viró hacia las islas. Las tortugas pudieron ser arrastradas hacia el mar por inundaciones y nadar luego a ellas, indicó.
Estos seres, agregó Valle, trajeron nuevas especies que fueron multiplicando la diversidad. Un ave pudo comerse un fruto o una semilla y traer en su estómago un nuevo tipo de planta, los caracoles llegaron pegados en las patas de animales más grandes y en las plumas de las aves viajaron microorganismos.
Aunque no lo podemos decir con exactitud, apuntó, ahora hay más especies debido a que las Galápagos al comienzo estaban vacías y poco a poco se fueron colonizando. Unas especies se adaptaban y otras nuevas llegaban, hasta alcanzar un momento de equilibrio entre la extinción y la colonización.
Desde que Darwin visitó las islas ocurrieron cambios en la flora y fauna, explicó el académico ecuatoriano quien puso de ejemplo a los cormoranes, esas aves acuáticas cuyos ancestros podían volar, pero los que existen en Galápagos dejaron de hacerlo y son incapaces de usar sus alas.
Algunas especies han cambiado de sitio y se presume que otras identificadas por Darwin han desaparecido por la modificación del hábitat natural que han ido haciendo los humanos para poder vivir en el archipiélago, hasta convertirse en una amenaza de este ecosistema, enfatizó Valle.
Otro gran riesgo para las islas son los invasores, advirtió, en referencia a la introducción más de 500 especies vegetales, además de perros, gatos, cabras, e incluso mosquitos, que llegan en aviones y barcos, lo cual podría exponer a un serio peligro la vida de los animales nativos.