Ecuador: Ministra de Turismo asegura que degradación de Islas Galápagos es resultado de años de descuido

Ecuador. María Isabel Salvador, ministra de turismo de este país, afirmó que la decisión de la UNESCO de incluir a las Islas Galápagos en la lista de Patrimonios Mundiales en Peligro es un llamado de atención a su nación y a organismos internacionales. "El proceso que estamos viviendo ahora es el resultado de años de descuido y falta de conciencia de todos los actores. No eximo de responsabilidad a nadie", declaró la funcionaria al canal de televisión Ecuavisa.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) inscribió la pasada semana a las islas ecuatorianas en la lista de Patrimonios Mundiales en Peligro, en respuesta a la degradación medioambiental causada por el creciente turismo, la inmigración y la llegada de nuevas especies a este territorio.

La titular de turismo puntualizó que esta situación es también una advertencia para que organismos internacionales contribuyan al rescate de la flora y fauna de las Islas Galápagos.

"No creo que es una sanción para Ecuador porque la responsabilidad sobre el Patrimonio es de la humanidad", anotó la ministra, y aclaró que incluso los habitantes del lugar tienen su grado de culpabilidad.

"Hay muchos miles de dólares invertidos durante muchos años en Galápagos por parte de la cooperación internacional, a lo mejor esa inversión ha estado mal hecha o se ha hecho donde no se debía", acusó Salvador.

Lamentó que en Galápagos se haya "descuidado la situación de la población local", donde afirmó que no se han generado "oportunidades de desarrollo para la gente que ahí habita".

Para Salvador, aunque es difícil encontrar un equilibrio entre la conservación, el desarrollo humano y el económico, no es imposible, pero "requiere enormes esfuerzos de verdadera conciencia, de asumir claramente que el medio ambiente es fundamental, así como la gente".

Las Islas Galápagos están situadas a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas y fueron declaradas en 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.