Entrevista a Aníbal Cabral, embajador de Uruguay en Rusia

Las relaciones históricas entre Uruguay y Rusia se remontan a la tercera década del siglo XX, pero en los últimos años han tenido un fuerte impulso a través del comercio de productos uruguayos y, en el caso de los viajes, a partir de la supresión de visados. En MITT Moscú el embajador Aníbal Cabral habló en exclusiva con CND sobre los vínculos entre ambas naciones y su expresión en el sector de viajes y turismo -donde impacta el problema común de la conectividad aérea-, los vinos y la cultura.

La presencia y fuerza de Uruguay dentro del mercado ruso ha sido fundamentalmente a través de la alimentación, a través de la carne. ¿Nos puede explicar cuándo comienza esta interrelación entre Uruguay y Rusia?

-Uruguay y Rusia tienen relaciones históricas; de hecho, se establecieron en 1857. Uruguay también fue el primer país de Suramérica que reconoció a la Unión Soviética en 1925. Estamos instalados con embajada permanente desde 1945. De manera que tenemos una relación histórica y lazos muy profundos con el pueblo ruso.

Al mismo tiempo, nuestra relación ha tenido un enorme crecimiento desde el punto de vista comercial, sobre todo a partir del año 2005, cuando recibimos los permisos para ingresar a Rusia con carne congelada sin hueso, y también con carne fresca este año.

Nuestra balanza comercial con Rusia es sumamente grande. Rusia ha sido nuestro quinto socio comercial, y hoy en día es el sexto socio comercial de Uruguay. A partir de nuestros principales rubros de alimentación: la carne, la manteca, la mantequilla, la leche en polvo, los vinos y algunos cereales, como pueden ser la soja, Uruguay está siendo cada día más conocido y reconocido por los rusos.

Esta es la tercera vez que estamos participando del MITT. Hay un hecho muy importante: la firma del acuerdo de supresión de visados entre ambos países, que entró en vigor a fines del año 2011.

Normalmente el director nacional de Turismo, Benjamín Liberoff, venía desde Uruguay hasta aquí. Ahora ya tienen interrelaciones con algunos turoperadores uruguayos. ¿Es la propia embajada la que representa al turismo de Uruguay en Rusia?

-La embajada representa a Uruguay porque no hay una oficina permanente del Ministerio de Turismo, como ocurre con algunos países más cercanos a nuestra nación, como Argentina o Brasil. En ese sentido, la embajada asume toda la representación, pero para los momentos especiales, como esta feria, viene una delegación del Ministerio de Turismo. Ahora hay una delegación del Ministerio, no vino el señor Benjamín Liberoff. Estuvo el año pasado pero ahora tenía otros compromisos profesionales, aunque ha venido una de sus principales colaboradoras. Y sí, tenemos relaciones con muchos turoperadores de aquí.

Comentaba usted que evidentemente las exportaciones de carne de Uruguay a Rusia eran muy importantes, así como los vinos. En este sentido, Uruguay tiene una característica muy especial, y es ser el único país del mundo que tiene licencia para utilizar la marca Champagne, como denominación de origen de sus vinos. ¿Han pensado en entrar en el mercado ruso con algún vino espumoso que pueda ser denominado Champagne?

-No está en los planes; sin embargo, Uruguay tiene una gran participación en el mercado de los vinos espumosos en Rusia, porque el principal mercado de Uruguay para los vinos en el mundo es Rusia, pero nuestro país vende vino a granel que es utilizado como insumo para el vino espumoso que se vende en Rusia. Entonces, es una materia prima importante para el vino espumoso de este país.

¿Se trata de un vino sin denominación?

-Sin denominación, se abastecen de muchos países, entre ellos Argentina, Uruguay, España, y aquí terminan de aplicarle todo el sistema, no el sistema champenoise, es otro método. Rusia es el mercado más importante que tenemos porque es un país que consume muchísimo vino espumoso, y aunque en este caso se pierda la denominación de origen, sigue siendo vino uruguayo, es uno de los insumos principales.

El resto se está trabajando, sobre todo en vinos envasados. Uruguay tiene una cepa muy especial, el Tannat, que combina muy bien con la carne, es un vino muy tánico, un poco fuerte, y está entrando al mercado ruso. Para entrar al mercado ruso se necesita una gran inversión porque la publicidad y el marketing aquí son muy grandes. Hay que trabajar mucho en esa área, pero paulatinamente estamos ingresando.

¿Asisten a la Feria de Alimentación de Rusia?

-Sí, venimos especialmente a la Prodexpo que se hace en febrero este año -cada año-, y a veces participamos en la WorldFood, de septiembre, pero la principal participación uruguaya es para la Prodexpo de febrero.

¿Tiene usted alguna cifra del número de turistas rusos que han visitado Uruguay?

-Tenemos un problema en el sector turismo, que es la conexión área. No tenemos conexión directa ni vuelos chárter. Por otro lado, nuestro país posee un clima templado y no tiene la ventaja de otros países, por ejemplo los del Caribe, que pueden vender playa y sol todo el año. Uruguay tiene playa y sol pero solamente en enero y febrero, que son meses de contrastación con Rusia.

Aun así, la participación de turistas rusos en Uruguay ha crecido, se ha duplicado. No es una cifra muy grande, pero sí resulta significativo como mercado potencial, sobre todo porque el visitante, el turista ruso, es de alto consumo.

¿Ustedes han planteado un turismo termal o un turismo muy especializado como puede ser el templario, con Piriápolis y la arquitectura de Piria?

-El turista ruso cuando va a Uruguay no es un turista de playa, es más bien un turista de buscar la naturaleza, el ruso es gran amante de la naturaleza y es un buen consumidor de productos, como por ejemplo el turismo que nosotros llamamos en estancia, que es en establecimientos rurales, el turismo termal, que nosotros tenemos mucho en el norte del país, y también el turismo de ciudad, histórico.

Culturalmente, Uruguay es el país del tango. ¿Asiste el ruso a escuelas de tango? ¿Tienen ustedes cursos de tango?

-En Uruguay tenemos cursos de tango y también tenemos mucha participación con parejas de tango que vienen regularmente a Moscú. Rusia es un gran amante del tango. Acá hay escuelas, permanentemente se hacen exhibiciones y vienen muchos bailarines, no voy a decir que sean solo de Uruguay porque vienen muchos argentinos, pero constantemente llegan uruguayos. Como dicen nuestros hermanos argentinos: “el tango es rioplatense”, no es de ningún país, y Uruguay comparte el Río de la Plata con Argentina.