España: Air Comet anuncia a sus empleados el cierre de operaciones
España. Air Comet ha comunicado esta tarde al comité de empresa el cierre de la aerolínea, después de que un juez británico haya inmovilizado sus aviones, prohibiendo al grupo vender más billetes, pues tiene una deuda de 25 millones de dólares con un banco alemán por las aeronaves.
Según un despacho de dpa, la inmovilización de los aviones y la prohibición de vender boletos la tomó un juez de la Corte Suprema de Londres, después de que el banco alemán Nord Bank acudiese a la Justicia británica. Los aviones son copropiedad del grupo español Marsans y de la empresa Astra, con base en Irlanda.
Medios españoles informaron que la aerolínea se dispone a presentar un concurso de acreedores, así como un expediente de regulación de empleo para sus cerca de 700 trabajadores.
Air Comet atravesaba serios problemas desde hace muchos meses, con deudas e impagos de todo tipo, incluyendo casi siete nóminas a gran parte de sus trabajadores, que desde octubre están organizando huelgas y paros recurrentes como protesta por esta situación. A principios de diciembre se conoció que la dirección de la compañía mantenía conversaciones con el empresario holandés Arnold Leonora, presidente de la sociedad Air Transport, quien estaba interesado en comprarla, pero al día de hoy la operación no se ha completado.
La actual demanda fue presentada por las entidades que han financiado la flota en leasing y que llevan semanas reclamando la devolución de créditos impagados. La sentencia ha paralizado la inyección de capital que Leonora tenía previsto realizar el fin de semana, como parte del acuerdo privado de compraventa sellado hace dos semanas, refiere por su parte Expansión. El inversor conocía la existencia de esas deudas, pero pensaba que la línea aérea estaba al día de sus pagos; un punto en el que parece que sus propietarios, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, no fueron del todo transparentes.
Como recuerda otro comunicado difundido por Efe, este anuncio del cierre de Air Comet se produce exactamente tres años después del cierre de otra aerolínea española, Air Madrid, que el 15 de diciembre de 2006 anunció su cese de operaciones y generó un conflicto de grandes proporciones, al dejar en tierra en Europa y en Latinoamérica a miles de viajeros en plena época navideña.