España: Fallos técnicos y humanos provocaron accidente de Spanair en 2008
España. A casi un año del accidente del avión MD-82 de Spanair en Barajas, con saldo de 154 muertos, la comisión investigadora del siniestro dictaminó que las causas fueron una configuración inadecuada para el despegue, la comprobación errónea por parte de los pilotos y la falta de funcionamiento del sistema que debía alertarles.
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), dependiente del Ministerio de Fomento publicó este lunes un informe sobre el accidente que tuvo lugar el 20 de agosto de 2008 en el aeropuerto madrileño de Barajas, señalando que la maniobra de despegue se realizó con los "flaps" y los "slats" replegados, "lo que constituiría una configuración inapropiada para esa fase del vuelo".
Estos dispositivos, unas superficies móviles en las alas del avión que permiten que se sostenga a velocidad reducida, se despliegan al despegar y al aterrizar, y en vuelo permanecen replegados.
"El operador contaba con procedimientos estándar y listas de comprobación en vigor (...) en los que se incluía la selección y confirmación de la configuración adecuada para el despegue", indicó el informe.
"Los pilotos usaron estos procedimientos como referencia, pero por factores como pudieron ser la interrupción que supuso la vuelta al estacionamiento de la aeronave por una avería, la presión por el retraso sobre el horario programado o deficiencias en los métodos de trabajo empleados en cabina, no se llegaron a cumplir estrictamente", añadió.
Fallo del sistema de alerta
Además, y en tercer lugar, el sistema encargado de advertir a la tripulación de que había una configuración inadecuada para el despegue (TOWS, por sus siglas en inglés) no funcionó.
El MD-82 de la compañía Spanair había llegado a Madrid procedente de Barcelona en un vuelo sin incidencias. Una vez en pista para otro vuelo con destino a Las Palmas de Gran Canaria, la tripulación detectó un excesivo calentamiento de la sonda de temperatura, por lo que volvió al aparcamiento y los mecánicos lo modificaron, recordó Reuters.
El avión despegó finalmente de la terminal 4 del aeropuerto madrileño con 172 personas a bordo, pero tras levantarse apenas unos 30 metros se estrelló en un barranco próximo a la pista. Los seis integrantes de la tripulación fallecieron, así como 147 pasajeros, mientras que 19 resultaron heridos graves. Uno de ellos falleció posteriormente.
Tras el accidente
Tanto Spanair como Boeing, propietaria del McDonnell Douglas, han revisado sus procedimientos tras el accidente, y la aerolínea demanda la verificación del TOWS antes de cada vuelo, y no sólo en el primero del día, como anteriormente.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea también obliga a todos los operadores de la UE a hacer la comprobación, y ahora la comisión investigadora, en una de las siete recomendaciones del informe interino, pide a la Autoridad Federal de la Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) que obligue a que se incluya esta comprobación en cuatro modelos de Boeing antes de cada vuelo.
Además, señala que aunque de momento no se puede concluir si se produjo un fallo en un dispositivo eléctrico, el relé R2-5 (que transmite energía tanto a la sonda de temperatura como al TOWS, entre otros), que impidiese el funcionamiento del TOWS, al estar vinculados ambos elementos pide a las autoridades europeas y estadounidenses que requieran a Boeing que revise su funcionamiento.
La investigación continúa abierta. Cuando concluya, se publicará el informe final, con "todas las circunstancias en materia de seguridad operacional relacionadas con el accidente".