España: Quantum Air cierra de forma “temporal” asfixiada por las deudas
España. Con la sombra de la quiebra de Air Comet aún planeando sobre el sector aéreo, Quantum Air corre el riesgo de unirse al grupo de aerolíneas a las que la crisis ha dejado en tierra. En un comunicado, la compañía anunció esta semana la suspensión voluntaria y “temporal” de sus actividades y el cese de la venta de billetes.
Todo parece indicar que la cancelación de las operaciones se debe a las divergencias que enfrentan a la compañía presidida por Antonio Mata, antiguo socio de Gerardo Díaz Ferrán en Aerolíneas Argentinas, y los ex propietarios de la antigua Aebal (Aerolíneas de Baleares), que Quantum Air adquirió en enero del pasado año a Scandinavian Airlines.
La compañía española asegura que el grupo sueco se había comprometido a abonar todas las deudas de Aebal con fecha de 31 de diciembre de 2008, promesa que, según denuncia Quantum, ha incumplido reiteradamente. Estas obligaciones, que se elevaban a casi 14 millones de euros, figuraban en los contratos y el balance de situación de la compañía. Pero al margen de estos registros la vendedora ocultó pasivos y deudas no contabilizadas, desconocidas por la empresa compradoras al efectuar la transacción, lo que ha supuesto “un incremento importante” de las pérdidas en el ejercicio de 2008.
Después de interponer la denuncia, Quantum se apresuró a devolver la flota de aviones B717 y anunció el transvase de sus trabajadores a la compañía escandinava.
Tres vuelos cancelados
Quantum, que el jueves paralizó tres vuelos en España (de Sevilla a Palma de Mallorca, de Palma de Mallorca a Madrid y de Madrid a Bilbao), tiene intención de retomar su actividad cuando logre sellar un acuerdo con SAS.
La respuesta del grupo sueco, sin embargo, no destacó por su afán conciliador. Sture Stolen, portavoz de SAS, acusó al grupo español de ocultar los verdaderos motivos de su cese temporal. Stolen afirmó que a Quantum Air le fueron embargados los aviones por no pagar el contrato de «leasing» con el que operaban y negó las acusaciones de los directivos de la compañía de Mata.
“No fueron capaces de sobrevivir en este clima económico”, subrayó Stolen a Servimedia. “Tenemos impagos del alquiler. No han pagado durante varios meses y hemos hecho lo que hemos podido para evitar esta situación”.
La compañía sueca devuelve el envite y sostiene que el comprador de Aebal incumplió el contrato en numerosas ocasiones, situación ante la que también se han encontrado propietarias como Pembroke y Metro, que optaron por lanzar la misma respuesta: el embargo.