España: Temperaturas extremas hacen que los fuegos quemen más hectáreas y sean menos controlables

17 de Agosto de 2009 10:41pm
godking

España. A principios de julio ya eran 70.000 las hectáreas quemadas frente a las 40.000 que ardieron en todo 2008 en este país, donde la tendencia apreciada en 2009 indica que los incendios son cada vez más grandes. Según Greenpeace, el cambio climático juega un papel en la virulencia de los siniestros, aunque la actividad humana sigue siendo el factor determinante.

En un balance global, los expertos afirman que en los últimos años el número de incendios forestales y la superficie quemada han disminuido en España. En 2005, fueron 186.000 las hectáreas que ardieron. En 2007, 86.000, y en 2008, 40.000. Los esfuerzos humanos desde la Administración por atajar el fuego son mayores y dan sus frutos.

Sin embargo, a la virulencia de 2009 se le suman otros dos rasgos singulares: los incendios son cada vez más grandes, y producen más muertes. En lo que va de año, han fallecido 11 personas a causa del fuego, lo que ya sitúa a 2009 como el tercer peor año de la década por número de fallecidos.

Además se han producido 29 grandes incendios forestales (aquellos que calcinan más de 500 hectáreas, conocidos como GIF), una cifra muy superior a la media del decenio 1998-2007. En total, estos grandes incendios han calcinado una superficie aproximada de 69.200 hectáreas, lo que supone un 58% de la superficie total quemada.

Según los expertos, los incendios son cada vez mayores, más difíciles de controlar, y más peligrosos. Así lo revela el informe "El futuro en llamas: cambio climático y evolución de los incendios forestales en España", presentado por la asociación ecologista Greenpeace. A partir de estos datos, la asociación señala el papel que el cambio climático juega en lo que ya se conoce entre los expertos como una nueva "cuarta generación de incendios", con características diferentes a los anteriores.

Causas humanas y condiciones naturales

El cambio climático juega un papel en la virulencia y las peculiaridades de los nuevos incendios que arrecian el área mediterránea. Pero no es su responsable. Según el informe, ni el clima, ni la meteorología ni la vegetación explican las causas de los incendios forestales que, en España tienen su origen en el 95% de los casos en la actividad humana. En contraste, los incendios por causa natural sólo constituyen el 2% del total.

En España sigue arraigado el uso del fuego en el medio rural para quemar pastos y rastrojos, o para la limpieza de fincas, y es esta práctica la principal responsable de los incendios. En menor medida se producen negligencias (colillas mal apagadas, barbacoas), o el fuego se debe a las infraestructuras (líneas eléctricas, ferrocarril, vertederos), accidentes (maquinaria forestal y agrícola, maniobras militares) y otros (pirómanos, venganza, caza, etc).

Pero aunque no es el culpable directo, la comunidad científica alerta de que uno de los efectos del cambio climático es el aumento de riesgo de incendios forestales. El cambio climático aumenta las temperaturas, la sequedad del ambiente y las rachas de viento.

Cuando esos parámetros se hacen extremos, se establecen lo que los expertos denominan periodos críticos de fuego. Es en ellos cuando un incendio es más fácil que se produzca y se extienda. ¿Por qué? Son condiciones climáticas en las que la vegetación está sometida a condiciones hídricas más severas, por lo que aumenta su inflamabilidad.

A ello se le suman otros factores relevantes: en España ha aumentado en las últimas décadas el abandono de las actividades rurales y han descendido los cultivos. Esto ha hecho que en los últimos 40 años haya aumentado la masa forestal no gestionada.

Actualmente, según señala Greenpeace, nos encontramos ante una tercera generación de fuegos: muy virulentos, y que en muchos casos quedan fuera de la capacidad de extinción de los medios existentes. Y pronto podríamos llegar a una "cuarta generación de incendios": de grandes dimensiones y capaces de propagarse tanto por zonas forestales como por urbanizaciones aledañas.

Para Greenpeace es fundamental que el cambio climático empiece a ser contemplado dentro de los planes de extinción de los grandes incendios. En España, entre 1998 y 2007, aunque sólo un 0,16% de los incendios se convirtieron en GIF, quemaron el 36% de la superficie afectada por el fuego.

Suben las temperaturas

Durante el siglo XX, y particularmente desde 1973 en adelante, las temperaturas en España han aumentado de forma general. El año más caluroso del último medio siglo ha sido 2006, donde la temperatura media fue de 1,34 grados superior a la media correspondiente al periodo 1961-1990.

A parte del incremento de las temperaturas, otros de los síntomas del cambio climático son los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor. Aunque no se pueden atribuir directamente al cambio climático, como revela el informe de Greenpeace, juegan un papel fundamental en el calentamiento del planeta.

La probabilidad de que se produzcan olas de calor se ha duplicado en los últimos años. El año en curso ha sido especialmente caluroso. Según datos del Instituto Nacional de Meteorología, las temperaturas medias en junio superaron más de dos grados sus valores medios normales en todo el interior de la península.

En julio, se volvieron a repetir temperaturas por encima de la media. Además, las precipitaciones también quedaron por debajo de sus valores medios y en muchas áreas del sur y del centro no llegaron ni al 25% de lo habitual.

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