Estados Unidos: Alcanzan costas de la Florida más bolas de alquitrán del derrame en el Golfo
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Estados Unidos. Nuevas oleadas de crudo en forma de chapapote (alquitrán) y "espuma", procedentes del crudo derramado en el Golfo de México, fueron detectadas en zonas de las playas de Pensacola, en la costa noroeste de Florida, informaron las autoridades este miércoles, mientras se anunciaba un nuevo retroceso en el combate contra el derrame, luego de que una fuga de gas obligara a retirar el embudo que permite recuperar una parte del petróleo vertido, anunció la Guardia Costera estadounidense.
Las bolas de alquitrán y fango, producto del crudo que sale del pozo submarino de British Petroleum accidentado en abril en el Golfo de México, han manchado ya una zona de unos 4,8 kilómetros de extensión entre Pensacola Beach Pier y un puesto de la guardia forestal en Fort Pickens, precisó el Departamento de Protección Medioambiental (DEP) de Florida.
Varios equipos de limpieza trabajaban el miércoles en esa zona, mientras continúan apareciendo bolas de alquitrán a lo largo de la costa noroeste de Florida y las autoridades esperan que más oleadas de crudo bañen el litoral noroeste del estado en los próximos días.
En días pasados se detectaron pegotes de chapapote, crudo degradado de color rojo y "espuma" a lo largo de la bahía de Pensacola, en la costa noroeste de Florida, cuyas playas de arenas blanquísimas son un gran atractivo para el turismo.
Además, hace una semana se registró la presencia de estelas de capas de crudo y bolas de alquitrán flotando cerca de la costa del condado de Santa Rosa, en Panhandle, y en un tramo de playas en los alrededores de Destin, en el litoral noroeste, refirió Efe.
El pasado 4 de junio se empezaron a encontrar fragmentos de chapapote en las playas del parque nacional Gulf Islands Seashore, en la bahía de Pensacola, y las barreras sintéticas flotantes colocadas no pudieron evitar completamente la entrada de fragmentos de alquitrán en dicha bahía.
Los seis condados que configuran la zona de Panhandle más afectada (Escambia, Santa Rosa, Okaloosa, Walton, Bay y Gulf) han solicitado al gobernador de Florida, Charlie Crist, que presione a BP para que les otorgue 14 millones de dólares para estimular el crecimiento de empleo en el sector turístico, afectado por la situación.
Marcha atrás en control del derrame
Decenas de miles de litros de petróleo salían expulsados a borbotones del fondo del Golfo de México, con mayor intensidad este miércoles que en días pasados, luego de que BP debiera remover la cúpula que contenía el derrame porque un robot submarino chocó con un sistema de ventilación en el área. La compañía no precisó cuánto tiempo tomará colocar nuevamente la tapa de la cúpula.
Durante la jornada se informó que el director general de BP, Tony Hayward, delegó en el estadounidense Bob Dudley la gestión del derrame petrolero tras haber sufrido durante semanas críticas en Estados Unidos por su manejo de la peor catástrofe ambiental en la historia del país.
Bob Dudley, que era hasta ahora miembro del consejo de administración de BP encargado de las actividades en las Américas y en Asia, asumirá "con efecto inmediato" la gestión directa de las operaciones de lucha contra el vertido petrolero, informó la compañía en un comunicado.
Hayward señaló que su sucesor, que lleva doce años en la empresa, tenía "una profunda apreciación y afinidad con el golfo de México", por haber nacido y crecido en el Estado de Mississipi, afectado por la marea negra.
Este cambio se produce un día después de que el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara su intención de apelar la decisión de un juez estadounidense que falló el martes contra la moratoria de seis meses en la prospección petrolera en el Golfo de México, dispuesta por la Casa Blanca a raíz de la catástrofe.
El juez Martin Feldman falló en favor de 32 petroleras que se oponen a la moratoria sobre la exploración y explotación en aguas profundas, alegando en su veredicto que la decisión gubernamental era "arbitraria y caprichosa".
El portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs anunció a la prensa que se presentaría "inmediatamente una apelación". "El presidente está totalmente convencido de que continuar perforando a esas profundidades sin saber qué pasó no tiene ningún sentido", explicó.
El secretario del Interior estadounidense, Ken Salazar, anunció por su parte nuevas medidas "en los próximos días" para suspender ese tipo de operaciones en aguas profundas.
Las autoridades estadounidenses evalúan entre 35.000 y 60.000 los barriles de petróleo que se vierten a diario en el mar, pero un documento interno de BP divulgado por un legislador estadounidense el pasado lunes revela que la empresa considera que en realidad la situación podría ser peor, con más de 100.000 barriles derramados diariamente.