Fernando Puche, Presidente del Grupo Hoteles C-Raytur Caribe S.A.

14 de Noviembre de 2007 1:47am
godking

Hoteles C-Raytur Caribe espera llegar al 2008 con unas 2.000 habitaciones en Cuba, un destino que gusta mucho a su presidente y en el que tiene proyectados otros desarrollos futuros. Así lo confirma en esta entrevista exclusiva para el Caribbean News Digital, donde nos muestra el lado humano de un gran empresario.

¿Cómo se inició en este negocio, cuál ha sido su rama principal de desarrollo y su trayectoria desde los inicios hasta el punto en que se encuentra hoy?

-Comencé a trabajar a los 9 años, fregando vajillas detrás de un mostrador y tenía que subirme encima de una caja de cerveza Victoria para poder alcanzar al fregadero. En la actualidad tengo 61 años, así que imagine usted todo lo que he pasado.

Cuando tenía 23 ó 24 años, de la hotelería pasé al tema marítimo por una casualidad de la vida. Permanecí vinculado a esta rama hasta el año 2002, cuando por circunstancias ajenas a nuestra voluntad, sino por imperativos mayores, tuve que vender la empresa a un grupo inglés. Estamos hablando de una empresa que arrancó desde cero y se logró vender en ese momento en 27 millones de euros, cuando era la segunda empresa de suministros marítimos más grande de Europa.

¿Vendían productos marítimos a barcos?

-Un barco es como un hotel flotante, que lleva desde el avituallamiento hasta un motor, pasando por toda la gama de productos libres de impuestos, alimentación y otros suministros, como ropa. Lo que sucede es que después que abandoné el mundo de la hotelería nunca más quise volver a él, sin embargo regresé. Dicen que al final lo que tira, tira. Me marché a México, fundé una empresa mixta con Cuba de pesca en ese país que no fue un buen negocio, pero respondimos a todo el mundo, y nadie puede decir que Fernando Puche jamás le ha debido nada a nadie, pese a haber pasado en mi vida por circunstancias muy difíciles. Siempre he sido bastante honesto en este tema.

¿Usted es malagueño?

-Yo nací en un barrio obrero de Málaga, en el seno de una familia trabajadora. Mi padre tenía un pequeño negocio de hotelería. Tuve que dejar los estudios por una serie de circunstancias; mi madre falleció cuando yo tenía 5 años y mi hermana 3, y a partir de ahí la vida fue muy difícil. Sin embargo, continúo visitando ese barrio donde nací, y soy de las pocas personas que aparca su Mercedes-Benz 500 en la Peña Costa del Sol, tomó un café con leche con mi amigo de toda la vida, e incluso juego una partida de dominó cada vez que puedo.

¿Cuándo inició los negocios con Cuba?

-A Cuba llegué en 1988, por lo que el año que viene van a cumplirse 20 años, para hacer un negocio con Poseidón, la empresa que llevaba el tema de los suministros marítimos en España. Al comienzo no se pudo hacer nada, pero a partir de los años 1989 y 1990, ya comencé a generar las primeras ganancias trayendo cigarrillos a Cuba, haciendo lo que se podía con una pequeña empresa, que posteriormente pasó a llamarse Fernando Puche Panamá, que estaba ubicada en la 5ta Avenida –sigue estando ahí, lo que sucede es que la empresa ya no existe con ese nombre-. Dejó de operar porque ya no se vendía lo que la Ley aquí exige y ahora proseguimos con el tema hotelero.

¿Usted también ha estado vinculado al sector de la construcción?

-Tengo dos empresas, con dos socios y con mi familia, una de ellas relacionada con temas agrícolas, que es Puinza y tiene fincas en Málaga con más de 5 millones de metros cuadrados de terreno, y tengo otras dos empresas con las que hemos construido más de 1.000 viviendas sociales. Eso es algo de lo que nos sentimos realmente orgullosos, porque hemos construido viviendas de verdad con una calidad estupenda y que se han vendido muy baratas.

¿Cuáles son sus planes en el área de desarrollo hotelero? Aquí en Cuba, por ejemplo, usted está ampliando sus nuevos hoteles y reformando otros.

-Esa es una historia un poco larga. En Málaga yo estuve vinculado al negocio de la hotelería, e incluso llegué a tener un salón recreativo y un restaurante, pero aquello era como una especie de hobby porque siempre me atrajo la hotelería. Cuando me iba decía que nunca volvía, pero al final siempre regreso. Llegué aquí de la mano de la empresa Raytur Caribe. En aquel momento la situación de la empresa no era muy buena y entonces José Luis Sánchez Sola, que es un hombre estupendo y que conoce Cuba muy bien, me lo propuso.

Con él y con Pedro Martín Graziani, que es mi director general desde hace muchos años, primero en los barcos y ahora en los hoteles, pues me decidí a comprar la empresa con los hoteles que gestionaba Gran Caribe (Presidente y Arenas Doradas), en medio de una situación difícil y en momentos en que el contrato estaba a punto de caducar.

Es ahí como hemos tenido la suerte y el trabajo, más bien el trabajo, porque yo no creo en la suerte ya que nunca me he ganado la lotería. Cuando recibo alguna de las muchas inspecciones que me hace el Ministerio de Hacienda, siempre digo: “Oiga, ni me tocó la lotería ni heredé nada. Puede usted empezar por donde quiera”.

Volviendo al tema, ahora nos quedamos con el hotel Playa Caleta y ya vamos a tener 8 establecimientos. He comprado dos hoteles, dos propiedades en Málaga -que sí son nuestros- que son Las Palomas y el Tropicana, con un restaurante Mango.

¿Cuántas habitaciones tiene en Cuba?

-Para el año que viene vamos a estar en casi 2.000 habitaciones en Cuba, lo que hace unas 4.000 camas.

¿Y en España?

-Tenemos 400 habitaciones que hacen 800 camas.

¿Qué proyectos nuevos piensa acometer?

-El proyecto futuro es entrar en un hotel con una compañía de aquí de Cuba, en una empresa mixta o de otro tipo de asociación. Quiero que sea un hotel cinco estrellas, todo incluido. Después de un proyecto que tengo en China, hacia donde me voy en breve, pues el próximo proyecto que haga será en Cuba. No quiero más aventuras.

¿No piensa entrar en México?

-Ahora mismo no. Me voy a centrar aquí, porque me gusta. No he tenido suerte en otra clase de negocios en México y he perdido bastante dinero, de manera que ahora mismo no pienso hacer nada por allá. Voy a centrarme aquí porque lo que haga lo quiero hacerlo bien hecho.

¿Su hijo está llevando ahora parte de su negocio?

-Mi hijo lleva todo lo que es Puinza; el otro lleva lo que son los hoteles de Málaga, y en su momento ellos se harán cargo de estos negocios. En realidad tengo cuatro hijos, aunque ninguno de ellos estudió hotelería. Yo tampoco quería hotelería y sin embargo he regresado a ella.

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