Genera polémicas decisión de vetar atraque del Star Princess en Tierra del Fuego

La prohibición por parte del gobierno de Tierra del Fuego de que el crucero inglés Star Princess, con capacidad para 2.600 pasajeros, amarre en esa región argentina, ha contrariado a las autoridades turísticas del territorio, que advirtieron de una posible afectación al sector.

La decisión está relacionada con el diferendo entre la nación sudamericana y Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas/Falckland, y según autoridades locales responde a una demanda de excombatientes y sindicatos portuarios.

El presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Marcelo Lieti, declaró que la medida afectó a quienes debían trabajar con la embarcación, un navío de lujo de 289 metros de eslora que ya había atracado en la ciudad varias veces durante los últimos años.

Al crucero se le notificó la prohibición de amarrar durante la mañana del lunes, mientras se encontraba en las proximidades de la ciudad chilena de Puerto Williams por el Canal de Beagle, y retomó su curso, al parecer, hacia la localidad trasandina de Punta Arenas.

Fuentes de la Dirección Provincial de Puertos (DPP) señalaron que la orden fue de la gobernadora Fabiana Ríos, y se basa en la ley provincial 852, que prohíbe en su artículo 2 la “permanencia, amarre, abastecimiento u operaciones de logística en territorio provincial de buques de bandera británica o de conveniencia”.

Como el Star Princess llevaba la bandera de las Islas Bermudas, una colonia británica en América del Norte, se ajustaba a esta última categoría.

La aplicación de esa norma a un buque turístico generó controversia porque originalmente fue pensada para barcos que realicen labores de exploración y explotación de recursos naturales, así como para buques militares dentro de la cuenca de las Islas Malvinas, sobre la plataforma continental argentina.