Gran Hotel Balneario Blancafort Cataluña: termas y alta cocina muy cerca de Barcelona

A pocos kilómetros de Barcelona, el Gran Hotel Balneario Blancafort en La Garriga, Cataluña, tiene una larga historia en la que se destacan los romanos y sus termas, goza de una amplia zona de Spa y ofrece un trato exquisito y personalizado al cliente. Sobre este establecimiento conversamos durante la reciente feria Leisure 2013 con su director general, Ricardo Page.

Esta es la segunda vez que vienen a la feria y la primera como expositores. ¿Dónde se encuentra su hotel?

-Nosotros estamos a 35 kilómetros de Barcelona si partimos como base de Plaza de Cataluña y estamos en la Garriga. Es un hotel de 155 habitaciones, que tiene 150 años de historia del lobby hacia arriba y dos mil años de historia del lobby hacia abajo, donde estaban los romanos y las termas.

Tenemos un spa termal con tres mil metros cuadrados y nuestra clientela básicamente se divide en una parte importante de franceses, muchos catalanes, resto de España, ingleses y alemanes.   

El mercado ruso empezó el año pasado con el primer viaje como visitantes y, como nuestros propietarios desde hace seis meses son rusos, este año hemos decidido poner stand para posicionarnos mejor en este mercado.

Podemos decir que Barcelona es un destino que despierta muchísimo interés. La gente lo frecuenta asiduamente y en nuestro caso queremos desarrollar e incrementar  la captación  de mercado dentro de la zona termal.

¿El spa que tienen es interior o exterior?

-Tenemos dos piscinas de aguas termales exteriores: una que está todo el año a 37 grados y la otra a temperatura ambiente. Al interior del spa tenemos un gimnasio, hay una zona de termas romanas con tres piscinas: una a 40 grados que es el Caldarium, una a 37 grados que es el Trepidarium, y otra a 19 grados que es el Frigidarium.

Las personas pasan diez minutos en cada piscina, seguramente donde menos se quedan es en el Frigidarium, que está a 19 grados. El cambio de temperaturas es excelente para la circulación.

Por otra parte, tenemos el Natatorium, una gran piscina con chorros para diferentes zonas del cuerpo, con un “cuello de cisne” para tratamientos cervicales, lumbares, de piernas… todos con agua termal.

Paralelamente hay una zona con las camas de agua con burbujas y dos zonas muy bien identificadas: una asiática para masajes y otra árabe, ambas para masajes.

¿Qué tratamientos ofrecen con masajes?

-El masaje típico relajante o terapéutico, programas específicos con masajes balineses. Tenemos una gran variedad de tratamientos y, a través de la doctora rusa que hemos contratado, estamos brindando muchísimos tratamientos a la carta para las personas que vienen a pasar uno o dos días y,  hacen una visita médica que es gratuita y en función de sus necesidades y nuestras recomendaciones hacen tratamientos específicos. Posteriormente, reservan dichos tratamientos y se quedan encantados. Nos está yendo muy bien en ese sentido.

¿Qué característica básica puede tener su spa que lo diferencie de otros de la zona?

-El agua termal, luego la particularidad de ser únicos en la zona. En segundo lugar, creo que la atención al cliente que es fundamental.

Tenemos un alto grado de satisfacción a nivel del trato e inclusive a nivel de tratamientos. El personal del que disponemos está altamente cualificado en cada una de las áreas en las cuales operamos. Esto contribuye notablemente a la percepción de nuestro producto.

¿Cuál es su temporada alta?

-Nuestra temporada alta, como casi en toda España, es el mes de agosto. Tenemos fin de año y el resto diría que es temporada media. La temporada baja prácticamente no existe.

¿Cuál es la proporción de rusos que desean alcanzar en su hotel?

-Nos gustaría llegar a un 12 o 15% máximo. No tenemos intención de masificar. Nosotros tenemos la intención de conservar los segmentos existentes y desarrollar segmentos nuevos en  mercados que hoy no tenemos. La intención es crear productos adaptados a la demanda de y en función de las necesidades de cada uno de los mercados. Para esto disponemos del personal necesario con la formación necesaria.

¿Tienen señalización en ruso?

-Nos hemos adaptado. Inclusive los menús en el restaurante están en ruso. Esos menús cambian cada semana, lo que significa 52 veces al año; creo que es una verdadera apuesta por este mercado en pleno crecimiento.

¿Tienen alguna especialidad en gastronomía?

-Sí. Tenemos productos mediterráneos, productos de la tierra. La gente dice mucho que cocinamos a la francesa. Yo diría que es una cocina mediterránea catalana con un toque francés. Nuestro chef es de Llivia, estudió con grandes chefs en Francia y tiene ese toque francés.

Yo destacaría particularmente que nuestro menú del día, tanto para almuerzo como para cena, podría ser perfectamente un menú gastronómico en muchos restaurantes.