Juan José Hidalgo, presidente del Grupo Globalia
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A una semana de la huelga indefinida, convocada para todos los lunes y jueves a partir del próximo día 22 por el sindicato SEPLA, que representa a los pilotos de Air Europa, el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, ha accedido a esta entrevista exclusiva para Caribbean News Digital, planteando sus puntos de vista sobre el tema y su visión general de la industria turística española
¿Qué piensa usted sobre la anunciada huelga y el apoyo manifestado a Air Europa por la Asociación de Líneas Aéreas?
-ALA me apoya porque tengo razón y porque la huelga de pilotos es un problema que afecta a todas las compañías. Creo que las leyes de huelga, que son históricas, se hicieron pensando en la defensa de los derechos de los trabajadores. Y no para que fueran instrumentos de extorsión en manos de pequeños colectivos de privilegiados, como los pilotos o los controladores, que ganan fortunas y que con sus huelgas causan un enorme perjuicio a miles y miles de ciudadanos y a la economía del país. Pienso que habría que buscar una regulación específica para no ser siempre rehenes de este tipo de situaciones.
Es la primera vez que una compañía aérea española se muestra dispuesta a aguantar una huelga de pilotos.
-Estoy preparado para aguantar esta huelga tanto tiempo como el Sepla crea oportuno, porque es una huelga injusta, argumentada con falsedades. Y cuando algo es injusto, yo no estoy dispuesto a sentarme a dialogar. Lo digo y lo repito, esta empresa no ha externalizado ni una hora de vuelo. Desde que presido Air Europa, cuando la cogí quebrada en el año 1991, esta compañía no ha hecho más que crecer y crecer, contratar pilotos y formarlos. Y jamás ha echado a uno solo a la calle para externalizar un vuelo.
Además de la externalización, que usted niega rotundamente, el Sepla se queja también de que se está incumpliendo su convenio.
-Ellos serán responsables en sus conciencias de todo lo que están diciendo, y también de sus actuaciones. Yo no he ido en contra de nada de su convenio y lo estoy respetando al cien por cien. Ellos aseguran que su convenio es su tesoro, y estoy de acuerdo, a pesar de que lo hayan ido construyendo a base de coacciones, siempre con la amenaza de huelga. Pero les digo: ese convenio es válido mientras la empresa exista. Si se la cargan, espero que encuentren una alternativa para volar fácilmente.
¿Se siente usted coaccionado?
-Es que aquí parece que hay dos direcciones en la empresa, una que crea los puestos de trabajo y proporciona el crecimiento, y otra la del Sepla. Parece que consideran más importante la empresa del Sepla que la empresa que les da trabajo.
¿Ha recibido usted apoyo de trabajadores de Globalia en este conflicto con los pilotos?
-Yo estoy muy agradecido personalmente a los trabajadores de Globalia por el apoyo que me han prestado. Y tienen otras buenas razones: saben que si todo esto se complica, todos saldremos muy perjudicados. Es muy injusto. En Air Europa hay unos 500 pilotos, de los cuales solo una minoría, unos 50 o 60, están insatisfechos. No me dirá que no resulta extravagante que 50 o 60 personas puedan perjudicar a un colectivo de 25.000 trabajadores. En mi opinión, lo que deberían hacer esas 50 ó 60 personas es buscar otro camino y dejar tranquilas a las otras 25.000.
¿Finalmente se mantiene la decisión de poner el caso en manos de sus abogados?
-Bueno, mis abogados no van a hacer nada sin consultarme, hablarán conmigo y tomaremos las decisiones legales que se crean oportunas. Lo que no va a haber es más diálogo entre el Sepla y la dirección de Air Europa. Ellos defenderán sus derechos, los de huelga, los de convenio, todos los derechos del mundo, pero yo voy a defender con ahínco los derechos de la empresa. Como empresario, si tengo algún derecho, lo voy a defender a través de mis abogados.
¿Podría verse afectada la imagen de Air Europa por esta situación?
-Creo que no. Air Europa tiene una buena imagen, hace bien su trabajo, tiene sus líneas y sus servicios y por esta situación no va a cambiar su imagen. Ha costado mucho crear una imagen sólida, de una compañía innovadora, con aviones nuevos, con una seriedad absoluta en el mercado… y esto no se va a debilitar. Porque, además, nosotros vamos a ser muy disciplinados. Cuando el ministerio de Fomento establezca los servicios mínimos que tenemos que hacer, exigiremos a nuestro colectivo de pilotos que los realice, puesto que la ley así lo exige. Y los vuelos afectados por la huelga serán retirados de nuestro sistema de reservas. Actuaremos con la mayor disciplina cumpliendo y exigiendo el cumplimiento de la ley.
Pasemos ahora al resto de la compañía. Ha pasado el verano y ya estamos en el segundo semestre, ¿cómo ve usted los resultados de la compañía en la primera parte del año, en medio de la situación económica mundial?
-Este es un año malo, similar a otros de la crisis, pero no es tan malo para las demás sociedades de nuestro grupo, llámense Halcón, o Pepephone, o Travelplan. Este año hemos tenido unas acciones negativas que yo espero que sean puntuales, que no sea a perpetuidad; por ejemplo los precios del petróleo, lo cual sería muy dañino porque si estos precios continúan así los clientes no van a poder pagar lo que verdaderamente hay que tarifar en el billete. Tendríamos que subir tanto las tarifas que agotaríamos al cliente, eso es un problema muy grande. No creo que este año ninguna compañía vaya a tener grandes beneficios, yo leo como esta mañana las noticias de Lufthansa, de Air France, de TAP, de las compañías americanas que están muy afectadas, y todos lo estamos.
De mi grupo, lo que más va a sufrir este año es la compañía aérea, por cuatro razones. La primera es el exceso del costo del combustible, la segunda la conflictividad de los controladores, por la cual hemos tenido muchas repercusiones durante todo el año; retrasos, indemnizaciones y muchos otros problemas. El tercero es el de las cenizas volcánicas, que también nos han afectado por el cierre de aeropuertos y las precauciones que ha habido que adoptar. El cuarto, la imposición de los gobiernos de que las compañías tenemos que soportar todos los sistemas de seguridad que han implantado y repercuten en nuestros costos, y además los sobrecostos que tenemos por las tasas, que estamos constantemente soportando incrementos. Esos cuatro problemas no son discutibles y no tienen nada que ver con la gestión empresarial, pero tendrán un efecto negativo en nuestro ejercicio este año.
En cambio, con las agencias de viajes han seguido creciendo, sobre todo con las franquicias, que han atraído unas 200 compañías ¿Qué resultados les ha dado esa política, piensan seguir apostando por las franquicias?
-Vamos a seguir siempre en la misma línea, cuantas más agencias tengamos con más empresarios privados que defiendan sus propios intereses, mejor nos vendrá al grupo y podremos crecer en ese sentido. Lo más importante es que al frente de esa oficina haya un empresario que quiera defender sus derechos económicos ganando dinero, ese es el camino que debemos fortalecer, pues cuanto más gente tenga iniciativa de querer crear su propio negocio, y nosotros podamos protegerlo, darles nuestra marca y apoyarles con productos, esa será nuestra línea.
¿Cómo ve usted las perspectivas de la industria para el final del ejercicio y de cara al 2012?
-Sigo afirmando que el turismo en nuestro país parece que ha salvado bastante la situación económica, también hemos tenido suerte con los rebotes del norte de África, que han favorecido a los establecimientos españoles, sea Canarias, Balares, Costa del Sol o Levante. Estos rebotes han beneficiado las estancias y el turismo receptivo. Otra cosa es analizar el turismo emisor, ha habido bastante menos este año, porque por lo menos nosotros, que nos dedicamos al emisor teníamos un montón de vuelos con Túnez, Marruecos y Egipto que hemos tenido que cancelar, hemos quitado destinos y por eso hemos tenido menos movimiento en el plan emisor. No creo que esto se vaya a normalizar inmediatamente, pero mientras exista, para el tema receptivo será mejor y para el emisor será peor.
Por un lado, tenemos la gran crisis financiera y económica internacional que cada día nos sigue afectando, en Europa y en el mundo las economías se agotan, la construcción no avanza, las grandes distribuidoras están estancadas. Por otro, nos queda algo que podríamos considerarlo como un privilegio en nuestro sector, y es que a pesar de esta situación tan drástica que vivimos, a la gente todavía le apetece viajar, e invierte recursos en ello. Sin embargo, si seguimos como hasta ahora, cada día un paso abajo, y la gente decide dejar las monedas debajo de la almohada y dejar de invertir en turismo, tendríamos que volver a los años 40 o 50, aunque espero que eso no llegue a suceder.
Precisamente, retornando a esos años 40 y 50, mucho ha llovido desde que usted inició su andadura como transportista de emigrantes que regresaban a España desde Suiza. A la distancia de todos esos años ¿cómo se siente Pepe Hidalgo en este momento con respecto a lo que comenzó y lo que ha logrado, o que piensa le falta por conseguir?
-Yo me siento muy satisfecho, estuve trabajando hasta los 27 años para llevarle dinero a mis padres, hice todo tipo de experimentos en mi pueblo y en Suiza, a los 27 comencé mi andadura personal, y desde entones hasta ahora que tengo 70, han sido 43 años luchando por crear una organización muy pensada, estudiada y analizada, que abarca todo el sistema turístico teniendo en cuenta el transporte aéreo, hoteles, turoperación, agentes de viajes, etc. No digo que he colmado mis aspiraciones, pero sí he colmado mi satisfacción personal, y seguiré haciendo cosas con mis acciones y mi pensamiento, eso es innato en mi persona, y así seguiré en los años que me queden de vida. No voy a dudar en abordar cualquier oportunidad de negocios, de crecimientos, así es como soy y no voy a cambiar.