La ONU advierte sobre creciente tasa de criminalidad en el Caribe

10 de Febrero de 2012 2:56am
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La creciente tasa de criminalidad está amenazando la salud de las economías y las fuentes de sustento de las comunidades en varios países del Caribe, señala la ONU en un reporte que también analiza el impacto de ese fenómeno en países de Latinoamérica.

El Reporte de Desarrollo Humano en el Caribe-2012, preparado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, indica que con la excepción de Barbados y Surinam, las tasas de homicidio –incluidas muertes relacionadas con pandillas- han aumentando en el Caribe en los últimos 12 años.

El estudio evaluó la situación en siete países de la región: Antigua y Barbuda, Barbados, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, Surinam, y Trinidad y Tobago.

Latinoamérica y el Caribe acogen al 8,5% de la población mundial, pero la región responde por el 27% de los homicidios a nivel mundial, de acuerdo con el reporte, presentado el miércoles en Puerto España, Trinidad y Tobago.

El reporte, primero de la ONU dedicado al desarrollo humano con particular enfoque en el Caribe, incluyó consultas a 450 expertos, profesionales y líderes, así como una encuesta entre 11.555 ciudadanos en los siete países evaluados.

Aun cuando el número de muertes en Jamaica cayó a 1.124 anuales tras la conclusión del estudio en 2011, marcando un mínimo en los últimos siete años, el país tiene la tasa de homicidios más alta del Caribe y una de las más altas del mundo en los últimos años, con cerca de 60 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Al ofrecer el dato, el estudio señala que sólo El Salvador y Honduras tienen tasas más altas, con 66 y 82,1 por cada 100 mil habitantes, según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

El Trinidad y Tobago, la tasa de homicidio creció cinco veces en una década, hasta más de 40 por 100 mil en 2008, aunque posteriormente declinó a 36 por 100 mil en 2010.

“La violencia limita las opciones de la gente, amenaza su integridad física y altera su vida diaria”, dijo la administradora del PNUD, Helen Clark, al presentar el informe, y agregó que éste “reafirma la necesidad de repensar los enfoques en la lucha contra el crimen y la violencia (…) Necesitamos enfoques que se centren en la seguridad ciudadana y apunten a las causas del fenómeno, tanto sociales y económicas como referentes a la exclusión política”.

En opinión de Clark, "si una región tiene una reputación por tener crímenes violentos, eso tendrá un impacto en su turismo”.

El reporte señala que las naciones del Caribe pueden “revertir la tendencia”, y llama a los gobiernos a reforzar las instituciones encargadas de frenar el crimen y la violencia, además de promover medidas preventivas.

Entre las recomendaciones están la prevención del crimen juvenil a través de la educación, proveer oportunidades de empleo dirigidas a sectores marginalizados y poner más atención en el crimen juvenil y las pandillas.

Respecto al impacto del fenómeno en las economías del Caribe, estimados de la Comunidad Caribeña (Caricom) refieren que el costo del crimen relacionado con pandillas está entre el 2,8 y el 4% del Producto Interno Bruto, tomando en cuenta el costo de las estrategias y acciones de seguridad, la reducción de ingresos en términos de prisión para jóvenes y la caída en el turismo.

El reporte de la ONU indica que el crimen cuesta a Jamaica más de 529 millones de dólares en un año. En Trinidad y Tobago, una reducción del 1% en el crimen juvenil impulsaría los ingresos por turismo en 35 millones de dólares anuales.

El estudio menciona investigaciones según las cuales por cada pandilla en una comunidad las tasas de homicidios crecen en aproximadamente 10%.

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