México: Un hotel de Baja California del Sur y la mítica canción de The Eagles

México. Cientos de turistas –incluidos muchos famosos- llegan al Hotel California, en Todos Santos, una pequeña población cerca del famoso Cabo San Lucas, atraídos por el misterio desde que a mediados de la década de 1980 se comenzó a hablar de que éste es el establecimiento aludido en el famoso tema de 1977 de The Eagles.
“Hotel California” describe precisamente una posada situada junto a una carretera desierta, cerca de una misión religiosa, elementos presentes todos en el establecimiento mexicano ubicado en una comunidad de 4.300 personas frente a las costas del Pacífico, 72 kilómetros al norte del famoso Cabo San Lucas, estado de Baja California Sur.
"Es una leyenda la historia de The Eagles, no hay nada a ciencia cierta, pero la canción se escribe en 1977 y el hotel ya existía para esas fechas", aseguró en entrevista con Efe el empresario mexicano Alejandro Blanco, gerente y propietario del hotel desde 2002.
Desde que adquirió el edificio, Blanco, de 31 años, y su difunto socio, el canadiense John Stuart, decidieron darle un ambiente de "hotel boutique" al California.
Blanco explicó que la historia del recinto se remonta a 1947, cuando Antonio "el Chino" Wong Tabasco, un inmigrante chino radicado en México, inició su construcción. El lugar abrió sus puertas en 1950 y, además de un hotel, Wong hizo allí también un bar, un restaurante y una pequeña gasolinera adyacente.
El hotel tuvo alrededor de tres dueños antes de que terminara en manos del empresario mexicano: se llamó "Hotel California" hasta finales de los años 70, después cambió a "Hotel Misión Todos Santos" y años más tarde volvió a su denominación original.
Según Blanco, la fachada de la edificación ha permanecido casi inalterada desde hace siete décadas, aunque los nuevos dueños modificaron algunos espacios, unieron habitaciones para hacerlas más amplias y crearon una serie de terrazas con espacios de azoteas.
Actualmente la propiedad tiene once habitaciones, en las que una noche cuesta en promedio 80 o 90 dólares, tienda, restaurante y pasillos decorados con cuadros y muebles mexicanos.
Ahí trabajan 44 personas que han atendido a huéspedes distinguidos como las celebridades Paris Hilton, Judd Law, Shania Twain, Queen Latifah, Bon Jovi y Goldie Hawn.
El Hotel California produce un tequila homónimo, que se exporta a Estados Unidos y que ha sido merecedor de premios en la San Francisco World Spirits Competition, y en su restaurante los clientes pueden disfrutar un menú variado creado por el chef.
"En el hotel hay muchas vibras (energías). Los clientes y los empleados han visto cosas que se aparecen, como un vigilante que dice que vio a un niño atravesar una reja", sostuvo Blanco, quien sin embargo asegura haber vivido dos años en el hotel y no haber visto nunca nada fuera de lo normal.
Si bien el inmueble está rodeado por un halo de misterio y de leyenda, sus dueños evitan promocionarlo como el espacio que sirvió de musa para Don Henley, líder de The Eagles, aunque saben que "la fama habla por sí sola", puntualizó Blanco.
En 2007, Don Henley, líder de The Eagles, indicó en una entrevista con el diario Daily Mail de Londres que la canción es realmente una metáfora "sobre los excesos de la cultura estadounidense" y del "balance difícil que existe entre arte y comercio".
Incluso en alguna ocasión Henley aseguró que nunca había visitado ese hotel, aunque Blanco cree que se trata de una estrategia del vocalista para promocionar otro Hotel California que existe en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, y que supuestamente es propiedad de los miembros de la extinta agrupación.
La canción le valió a la banda hacerse con el galardón al mejor disco del año en los premios Grammy de 1977, y el álbum ocupa el puesto 37 en la lista de los 500 mejores discos de todos los tiempos de la reconocida revista Rolling Stone.
Mientras tanto, la leyenda urbana crece en esa pequeña localidad semidesértica de México, lo que no ha hecho sino acrecentar el flujo de turistas que la visitan para comprar camisetas, tarjetas postales y fotografiarse en "el" Hotel California.