María Elena López, viceministra para la Comercialización, Comunicación y Relaciones Internacionales del Ministerio de Turismo de Cuba

13 de Abril de 2011 3:24am
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María Elena López, viceministra para la Comercialización, Comunicación y Relaciones Internacionales del Ministerio de Turismo de Cuba

Cuba busca hoy aumentar y diversificar las ofertas dirigidas al turista ruso, con énfasis en las instalaciones hoteleras ubicadas en los bellos cayos del archipiélago que la bordea, para seguir impulsando la emisión desde el país euroasiático, que creció de 37 mil turistas en 2009 a unos 56 mil en 2010. Al respecto, la Sra. López comentó a Caribbean News Digital sobre la presencia en ferias, el desarrollo de nuevos mercados más allá de Moscú y San Petersburgo, las negociaciones para más conexiones aéreas y el desarrollo del turismo individual.

Hace unos años no venía el Mintur a MITT, ¿Cuál es la razón para el retorno?

-Hay que recordar que desde el inicio de esta feria Cuba siempre participó. Estuvimos ausentes como país por poco tiempo. Pero hemos rectificado y hemos vuelto a MITT, que es una feria muy importante pues es comercial y permite un mejor escenario para el encuentro con touroperadores. Nos ha ido muy bien en MITT 2011, y ya estamos pensando en un mayor stand para 2012.

¿Estarán en la feria Leisure, en septiembre?

-Sí, Cuba va a tener su stand allí.

¿Ha afectado a Cuba la desaparición del touroperador Capital Tour?

-Realmente no ha sido un impacto fuerte, porque hemos llevado una política de seguimiento muy estricto a las cuentas de los touroperadores y a su comportamiento, y no fue una sorpresa la declaración de quiebra del mismo, ya teníamos nociones al respecto. Además, han ido surgiendo nuevos grandes touroperadores hacia Cuba, que ya tienen un desarrollo notable en el mercado ruso y que antes no trabajaban el destino Cuba.

¿Planea el Mintur desarrollar en Rusia otros mercados que no sean Moscú o San Petersburgo?

-Sí, estamos trabajando para desarrollar otros puertos de salida, como Ekaterimburgo, Novosibirsk, pero en estos momentos el trabajo para contribuir a que el mercado ruso siga creciendo para Cuba, lo hemos concentrado más bien en diversificar los destinos cubanos que se ofrecen al turismo ruso en la isla. Hoy en el mercado ruso tienen un nivel de posicionamiento La Habana y Varadero, pero no se conocen los otros destinos de sol y playa de Cuba. Y hemos aprovechado MITT, por ejemplo, para consolidar las negociaciones dirigidas a contar con una operación aérea directa a los cayos de Jardines del Rey para el próximo invierno.

En este propósito de diversificar los destinos en Cuba para el mercado ruso, estamos organizando para septiembre próximo, luego de Leisure, una conferencia de los profesionales rusos que trabajan el destino Cuba, para que viajen y conozcan nuestros cayos. Lo hemos analizado con los touroperadores, todos están muy motivados, y tenemos ahora que hacer los contactos con las líneas aéreas. Ahí tenemos una perspectiva de trabajo interesante para garantizar la continuidad del crecimiento en la emisión desde Rusia.

Cuba es el país que tiene la mayor fortaleza en el Caribe y América Latina de cara al mercado ruso, y no me refiero sólo a los lazos históricos sino también a la preparación de muchos cubanos en Rusia, lo que extendió bastante en la isla el conocimiento del idioma ruso e incluso la filosofía y la idiosincrasia rusa. ¿Cómo aprovecha Cuba esa fuerza humana para mejorar la atención al turismo ruso?

-Es real que hay lazos históricos, humanos, que no se pueden borrar. Es muy difícil que un cubano de mi generación, e incluso de generaciones posteriores, si es graduado de educación superior, no haya tenido contacto con la idiosincrasia rusa en sus estudios: algún texto, algún referente, algún intercambio. Como pueblo, conocemos al ruso, y eso va más allá de un dependiente, de un barman, de una camarera, un portero. A partir de ese conocimiento, que nos permite conocer muy bien los requisitos del cliente, estamos concentrados sobre todo en el receptivo.

Hay un trabajador que es vital, que es el guía de turismo, o el asistente del touroperador en el destino, que al final es un nativo del país. Esas personas tienen un rol vital. En ellas estamos enfocados para perfeccionar el trabajo con el mercado ruso, porque pueden contribuir a un gran salto en poco tiempo. Son quienes pueden influir de manera más determinante en los demás trabajadores de servicios, para que estos a su vez comprendan, se adapten, a los requisitos específicos de servicio para el cliente ruso.

En Cuba el número de personas que hablan ruso, que conocen la cultura rusa, es el mayor de todo el Caribe… Podrían incluso ser formadores de recursos humanos para otros destinos del Caribe. Creo que están trabajando para países que han solicitado ese apoyo. ¿Es así?

-Sí, sobre todo tenemos el intercambio con los países del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). En Venezuela estamos haciendo asesorías, al igual que en Nicaragua y en otras naciones. Tenemos una larga tradición de cooperación, no sólo en este sector, sino en muchos otros.

Hace un tiempo, el ministro de Turismo de Nicaragua nos comentó la posibilidad de armar un multidestino con Aeroflot entre Cuba y ese país centroamericano. Sería un vuelo de Aeroflot Moscú-Habana y de ahí una conexión con Cubana de Aviación, por ejemplo, a Nicaragua. ¿Se va a hacer?

-En eso se está trabajando, aún no se ha materializado. Ha habido negociaciones importantes y es un tema en el que seguiremos laborando. No obstante, sí hemos desarrollado el multidestino. Sin que se haya materializado el proyecto con Aeroflot, sí se está trabajando el multidestino desde Rusia con Nicaragua a través del grupo Havanatur y ya se han hecho algunas prospecciones.

También el ministro panameño nos comentó sobre negociaciones de multidestino con Cuba a través de vuelos de Copa, e incluso que los vuelos de Aeroflot pudieran hacer el recorrido Moscú-Habana-Panamá-Moscú. ¿Eso sigue en marcha?

-Es otro de los temas en estudio.

Dentro de las inversiones que Cuba está desarrollando para mejorar las cadenas hoteleras está la expansión de grupos de élite como Hoteles Encanto, ¿cómo han respondido los mercados a estos hoteles?

-Los Hoteles Encanto son establecimientos que, por sus características, no pueden depender de la touroperación. Son hoteles pequeños, más bien para clientes que quieren un trato a la medida, para individuales que se planifican su viaje. Hemos estado basando la comercialización fundamentalmente en Internet. Realmente están teniendo movimiento, y no dan abasto en la temporada alta. Están teniendo una buena comercialización y un adecuado funcionamiento.

Precisamente me refería a la potenciación del turismo individual de alta calidad, de alto poder adquisitivo… ¿Cuba va a invertir en este turismo?

-El turismo individual se ha impuesto en Cuba hace algunos años, aunque quizá hayamos sido algo lentos en crearle las condiciones. Hay personas que buscan en Internet, conocen el país o región o ciudades que quieren visitar, compran su boleto en la red, van lo mismo a un hotel que a una casa de renta privada… Una de las dificultades que tenemos en temporada alta es la renta de autos, porque es mucha más la demanda que la oferta, y esto está precisamente dado por el desarrollo que ha tenido el turismo individual.

Cuba tiene características ideales para el turismo individual. Más allá de que el país es un multidestino en sí, la seguridad ciudadana es una enorme fortaleza y propicia esta modalidad turística. El turismo individual requiere mucho más que una instalación hotelera. A veces hay turistas de muy altos ingresos que no quieren ir a un hotel, sino a una casa, conocer al cubano, relacionarse con la vida del país, y en esto es vital la seguridad.

Por razones conocidas, Cuba ha estado fuera de los circuitos de crucerismo. Ahora mismo hay un barco pequeño haciendo un bojeo a Cuba, relacionado con Rusia…

-El capitán y la tripulación son rusos, aunque el barco está inscrito en Londres. Tipifica como ruso. Se llama Adriana y estuvo mucho tiempo haciendo travesías en el Mediterráneo. Y también hay una nave de Happy Cruises, el Gemini, con La Habana como puerto base.

En este contexto, ¿van a incrementar el turismo de cruceros en Cuba?

-Cuba mantiene la misma política en este sentido, que prioriza la protección del medio ambiente y las operaciones de los touroperadores; queremos un crucerismo que no se convierta en un depredador de clientes. Vemos las operaciones de cruceros en dos dimensiones: una que es una posibilidad más de conocer Cuba, y otra que es un atractivo más para los clientes que están en Cuba. Normalmente estas operaciones de crucero están vinculadas con operaciones aéreas que lo alimentan. Hay clientes que hacen una prolongación de estancia en tierra tras el viaje del crucero, y otros que luego de su estancia en tierra hacen una prolongación en el crucero. Es una combinación.

El golf y las propiedades que se podrán comprar en un futuro en virtud de la nueva ley inmobiliaria… Coméntenos un poco al respecto.

-Después de aprobada la ley de inmobiliaria para el turismo, se continúa trabajando en el resto de los complementos legales para implementarla, que por el alcance que tiene requiere un complejo proceso de complementación legal. En eso estamos trabajando.

Pero sí se van a estar construyendo los campos de golf…

-Sí, en ese sentido seguimos con el tema de las empresas mixtas, la construcción de los campos, pero continuamos trabajando en la complementación de esta ley con los instrumentos legales que requiere.

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