Mario Moysés, presidente de Embratur, Brasil

25 de Marzo de 2011 1:49am
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Mario Moysés, presidente de Embratur, Brasil

Entre los premios que entregó en Fitur 2011, el Grupo Excelencias reconoció a Brasil por “el trabajo realizado en el desarrollo turístico y conservación ecológica de los estados del noreste”. En conversación con Caribbean News Digital, el titular de Embratur subrayó que esa política medioambiental seguirá profundizándose y abordó los preparativos con vistas a los megaeventos deportivos de 2014 y 2016. Destacó, además, la importancia que tiene en la captación de más visitantes internacionales el hecho de que el país sudamericano exporte cada vez más turistas.

¿Qué supone para Brasil otro reconocimiento por el cuidado del medio ambiente y su relación con el turismo?

-El turismo, es sabido, constituye una actividad de gran importancia económica. Nosotros combinamos la sustentabilidad económica y social con la sustentabilidad ambiental. Infelizmente, conocemos de experiencias en el mundo en las que un desarrollo turístico descontrolado, acompañado de un proceso inversionista inmobiliario sin planificación previa acaba destruyendo el medio ambiente e incluso arruina el propio destino turístico, pues acaba devaluándolo.

La política oficial de Brasil, la política que siguen el Ministerio de Turismo, Embratur y otras entidades, expresa una profunda preocupación porque la industria nacional de turismo sea sustentable a largo plazo y genere muchos empleos; buscamos que la instalación de proyectos turísticos y la actividad económica que generan en los destinos sirva, de un lado, para contribuir a la preservación del medio ambiente –Brasil es un país de riquezas naturales extraordinarias y quiere preservarlas-, y, segundo, que incorporen beneficios para las poblaciones que viven en esos lugares. Queremos que los emprendimientos turísticos sean instrumentos de inclusión social. Trabajamos porque los proyectos turísticos contraten a las personas que viven en esas zonas, ayuden al desenvolvimiento de actividades económicas paralelas –es decir, que tengan efecto multiplicador-, lo cual incluye desde la artesanía hasta el suministro de productos.

Somos un país de gran vocación turística, con un mercado doméstico muy fuerte y con cada vez mayores niveles de recepción de turistas extranjeros; tenemos más de 8.500 kilómetros de costa, un interior del país con inmensas bellezas como la Amazonia o Foz do Iguazu y muchos otros, que ofrecen una gran diversidad de paisajes y opciones, y por ello es importante para nosotros que todo emprendimiento turístico sea sustentable económica, social y medioambientalmente.

El reciente cambio en la presidencia, ¿qué puede representar para la política de medio ambiente y los planes de desarrollo turístico, sobre todo de aquellos en otras zonas de Brasil más allá de las más tradicionales?

-Años atrás, cuando fue electo presidente Lula da Silva, el país escogió el camino de una alianza entre el desenvolvimiento económico y el enfrentamiento a las desigualdades sociales y con una agenda de preservación del medio ambiente, promoviendo una matriz energética más limpia. Con la llegada de la presidenta Dilma Rousseff al poder esa agenda no cambia, sino que se profundiza. En el terreno medioambiental, contamos con leyes muy estrictas y tenemos instituciones para el control de esa área, no sólo a nivel de gobierno federal sino también de gobiernos estaduales. Naturalmente, en algunos casos los grandes proyectos, una gran hidroeléctrica, por ejemplo, tienen algún impacto ambiental, pero son muy claras las reglas para mitigar esos impactos. Por otra parte, siguiendo con este mismo ejemplo, instalar una central hidroeléctrica tiene repercusiones muy positivas pues se opta por una matriz energética que no contribuye a la emisión de gases que provocan el calentamiento global. Minimiza la huella de carbono. Ese balance entre desarrollo económico y cuidado del medio ambiente es permanente, es una política de Estado.

En los últimos años, por ejemplo, el país redujo en 74% el índice de deforestación, y desarrolla una agenda que busca reducir la huella de carbono. Entonces, puede concluir diciéndole que respecto al turismo, nuestra preparación hacia la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 prevé grandes inversiones y proyectos, pero ello se desarrollará acorde con nuestra agenda nacional de sustentabilidad, que, repito, no va a cambiar con la nueva presidencia, que más bien profundiza el camino que hemos escogido de crecimiento económico equilibrado.

A propósito de su presencia en ITB, ¿qué previsiones tiene Embratur en cuanto al comportamiento del mercado emisor alemán?

-La celebración de la Copa Mundial de Fútbol 2014 naturalmente llama más la atención del mercado alemán. No olvidemos que Alemania celebró la Copa de 2006. Hoy hay muchas y muy importantes empresas alemanas asentadas en Brasil; hay una relación económica bilateral muy fuerte, y todo esto se está reflejando en el turismo, que está creciendo. Aún no tenemos las cifras conclusivas de 2010, pero en 2009 recibimos 215.000 turistas alemanes y esperamos crecimiento. Lufthansa anunció recientemente que en octubre próximo va a abrir nuevas frecuencias de vuelos entre Fráncfort y Río de Janeiro y también a Sao Paulo.

Esa ampliación es resultado del creciente interés de los alemanes, y de los europeos en general, en visitar el Brasil, no sólo por el empuje mediático y promocional que sin duda generan el Mundial y los Olímpicos, sino por la inserción económica de Brasil en el mundo, por la fuerza de su cultura y sus muchos atractivos naturales. Pero, y esto es clave, también porque Brasil se ha convertido en un exportador importante de turistas, y tiene un desenvolvimiento económico muy interesante, como uno de los BRICs. El flujo de turismo hacia un país distante como Brasil depende en enorme medida de las conexiones aéreas desde los mercados emisores, y a la vez el crecimiento de esa conectividad, de la oferta de vuelos, depende del flujo en ambas direcciones. Entonces, la creciente exportación de turistas brasileños, además de que son embajadores, promotores naturales del país, tiene como efecto, también, el aumento de la oferta de vuelos a esos países que a su vez emiten turismo hacia Brasil. Y hemos constatado que las grandes aerolíneas están interesadas en abrir rutas o aumentar frecuencias hacia distintos destinos brasileños.

En el reciente Mundial de Sudáfrica, Alemania presentó una selección muy joven pero muy fuerte, muy prometedora, que sin dudas será mucho mejor en 2014 y, por tanto, seguramente atraerá más alemanes a Brasil.

Rusia es un mercado emergente clave en Europa, como lo es Brasil en América, y ha habido una apertura en Brasil para los rusos en el tema de visas. ¿Qué planes tienen para las ferias turísticas en Rusia?

-Estamos sondeando con fuerza el mercado ruso y vamos a intensificar las actividades de promoción y de relación con ese mercado. Al aumentar sus frecuencias hacia Brasil, Lufthansa nos facilita el acceso al mercado ruso, por ejemplo. Es una compañía que tiene una importante red de rutas en Europa, y ello nos favorece. Además, nuestros representantes en Rusia y el sector aéreo brasileño están intensificando las acciones en el país euroasiático. Sabemos que es un turismo con un alto poder de gasto. En los próximos años, cada vez más, aumentarán nuestra inversión y nuestra presencia en ese mercado. Recientemente acordamos la exención de visas: ello va a facilitar mucho el crecimiento buscado. Tenemos una dificultad, el idioma, pero también estamos trabajando en eso, produciendo materiales en idioma ruso, tanto impresos como en Internet, para elevar el conocimiento que sobre Brasil tienen en Rusia.

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