Martinica y Guayana deciden mantenerse como departamentos franceses de ultramar

Martinica. Temerosos de perder ciertas ventajas económicas, los electores de los departamentos franceses en ultramar de esta isla y Guayana, rechazaron un nuevo estatuto que les hubiera dotado de mayor autonomía.

El rechazo fue contundente en ambos casos, con el “no” de un 78,9 por ciento de los votos en Martinica y del 69,8 por ciento en la Guayana francesa, en las consultas efectuadas esta semana en ambos territorios conocidos como DOM (dominios ultramarinos galos).

De tal forma, las dos islas mantendrán su régimen económico al igual que el resto de las regiones metropolitanas de Francia, luego de confirmar sus deseos, en referendos que contaron con la participación del 55,35 y 48,16 por cientos respectivamente.

Martinica es la más pequeña posesión gala en el Caribe, con apenas mil 100 kilómetros cuadrados de extensión y una de las joyas del turismo. Sin embargo, tiene un alto grado de desempleo, asegura un cable de Prensa Latina.

Guayana es mucho mayor, con 91 mil kilómetros cuadrados, pero está más despoblada (67 mil electores por 297 mil en Martinica) y acusa igualmente graves problemas de desocupación laboral. Los dos debían responder si querían más autonomía en las competencias de gestión.

Con la fragilidad de sus infraestructuras y sin jamás poder desarrollarse de forma independiente, las antiguas colonias prefieren mantenerse al abrigo de una de las economías más pujantes del mundo.

En la primera reacción del Palacio del Elíseo, fuentes oficiales dijeron que el presidente de la República, Nicolás Sarkozy, mostró su complacencia por la decisión de martiniqueses y guyaneses, y destacó que ambos quieren estrechar nexos con la nación.

Sarkozy recordó que la convocatoria de esta consulta se hizo a petición de los cargos políticos locales, que querían la transformación institucional.

Asimismo, señaló que se hará un nuevo llamado a las urnas el próximo día 24 para decidir si quieren una reforma mucho más modesta, la fusión del departamento y la región en administración única, o si prefieren mantener las dos instancias como hasta ahora.