México podría recuperar antes de fin de año el nivel uno en categorización de su seguridad aeronáutica
México. Con el propósito de recuperar antes de que concluya el año la categoría uno en seguridad aeronáutica, que perdió en julio pasado cuando la Administración de Aviación Federal de Estados Unidos (FAA) lo degradó al nivel dos, este país “ha seguido y respondido a todas las observaciones que la FAA hizo en su momento y cumple ahora con los estándares establecidos”, informó el responsable de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Héctor González Week.
“Esta degradación en categoría impide que aerolíneas mexicanas abran nuevas rutas hacia Estados Unidos, lo que nos hace menos competitivos”, añadió el funcionario en un foro de consulta sobre la nueva política aeronáutica mexicana.
Según reporta EFE, González Week garantizó en ese marco que en "noviembre se anunciará formalmente que México ha recuperado el nivel uno en materia de seguridad".
Para las autoridades mexicanas, “la resolución emitida por la FAA corresponde a una sanción administrativa y no operativa, ya que obedece a una falta de recursos humanos en el área de inspectores de vuelo".
Normalmente, para otorgar estas categorizaciones, la FAA evalúa el marco legal de la aviación civil y cuestiones relativas a la capacidad de supervisión, entrenamiento de personal y procesos de inspección dentro de la normatividad que emite la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Durante la semana pasada, cerca de un millar expertos de la aviación de México y otros países participaron en este foro de análisis sobre los retos y necesidades de la industria aérea mexicana “con el fin de garantizar la viabilidad y definir una política de Estado para el mejor desarrollo de esta industria”.
Representantes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA-por sus siglas en inglés-), sindicatos de pilotos, sobrecargos, colegios, consultores nacionales y extranjeros, entre otros, reconocieron la ausencia de normas suficientes para impulsar este sector, principalmente en materia de seguridad y capacitación.