Multas y desalojos en Miami Beach en arremetida contra alquileres tipo Airbnb

08 de Septiembre de 2016 2:02am
editor
Multas y desalojos en Miami Beach en arremetida contra alquileres tipo Airbnb

 Si usted pensaba visitar Miami Beach con su  familia y rentar un económico apartamento a través de Airbnb, no le será tan  fácil: la ciudad está implementando mano dura contra la epidemia de alquileres  de corto plazo.

Miami Beach es centro de una polémica luego de que la ciudad multara por un  total de 1,59 millones de dólares a propietarios y sitios web como Airbnb,  Homeaway y Booking.com por rentar -o promocionar la renta- de viviendas a corto  plazo.

La policía incluso desalojó a turistas que se estaban quedando en 31  propiedades que fueron multadas, según un memo del administrador municipal  Jimmy Morales del 17 de agosto, divulgado recientemente.

 Los alquileres de menos de seis meses y un día están prohibidos en buena  parte de Miami Beach, con playas turquesa y dinámica vida nocturna en el sur de  Florida (sureste de EEUU) que recibe millones de turistas al año.

Las autoridades argumentan que el ambiente festivo las 24 horas del día es  una gran molestia para los residentes. También aseguran que los arrendadores,  básicamente, no son más que evasores de impuestos.

En estos alquileres de corto plazo "se amontonan cinco a diez personas en  una habitación y están de fiesta toda la noche", dijo a la AFP Michael Grieco,  comisionado de Miami Beach.

"No es un asunto de turismo. Es un asunto de calidad de vida para los  residentes. Y en segunda instancia es un asunto de evasión de impuestos".

En conclusión: desde marzo de este año los propietarios y las páginas web  de alquileres de corto plazo han sido multados por cifras que van de 20.000 a  80.000 dólares, de acuerdo al memo divulgado por el diario local Miami New  Times.

Dieciocho de las citaciones fueron "para compañías que publicitaron  alquileres de corto plazo como Airbnb, Homeaway y Booking.com", añade el texto.

Actualmente hay "cientos" de investigaciones en curso sobre "miles de  viviendas listadas", detalló Grieco.

El endurecimiento de las medidas comenzó cuando, en marzo, la ciudad  aumentó de unos cientos a 20.000 dólares la multa por alquilar viviendas a  corto plazo.

Antes los propietarios pagaban felizmente esta multa como si se tratara de  un impuesto, dijo Grieco para explicar la razón de este empinado aumento. Ahora  los propietarios lo pensarán dos veces antes de listar su propiedad.

Rafael Belisario, un venezolano residente del sur de la isla, aplaudió  estas medidas. "Uno no tiene ganas de ver gente desconocida todo el tiempo en  su edificio, que vienen a Miami Beach a rumbear y se beben hasta el agua de los  floreros".

Pero los propietarios no están muy contentos. Argumentan que la ciudad está  favoreciendo a los grandes hoteles y que el turismo y las inversiones en el  área van a sufrir las consecuencias.

 

 Ross Milroy, un agente de propiedades de lujo en Miami Beach, dijo a la AFP  que evalúa presentar una demanda colectiva argumentando que estas redadas son  ilegales.

 

 Su fundamento es un estatuto estatal de 2011 que prohíbe a los gobiernos  locales regular la duración o frecuencia de los alquileres vacacionales.

 

 Según Milroy, las nuevas medidas son además un gran problema para los  inversores internacionales. "Claramente, ahora las opciones de inversión están  severamente limitadas y basta decir que esto forma gran parte del mercado local  de bienes raíces".

 

 "¿Por qué un comprador europeo o estadounidense invertiría en una propiedad  en Miami Beach si luego no puede alquilarla por menos de seis meses y un día?",  preguntó.

 

 Respecto a las consecuencias para el turismo, Grieco ríe abiertamente.

 

 "Si Airbnb cerrara su negocio mañana, Miami Beach no sufriría ningún  impacto negativo", aseguró. La ciudad ha sido un foco turístico internacional  desde mucho antes de que existiera esta plafatorma.

 

 La tercera pata de este conflicto, Airbnb, prefiere hacerse a un lado y  emitir descafeinadas declaraciones.

 

 "Estamos deseosos de trabajar con los líderes comunitarios y los  propietarios en los próximos meses para crear normas justas que permitan  compartir hogares", dijo su portavoz, Benjamin Brait, a la AFP.

 

 Airbnb es la firma la más afectada, con multas que ascienden a 80.000  dólares.

Back to top