Principal puerto del Caribe costarricense registra fuerte caída en arribos de cruceros
Unas 56 escalas de cruceros están planificadas durante la actual temporada en puerto Limón, cifra que preocupa a las autoridades del sector en Costa Rica, por confirmar una tendencia al descenso en los arribos de embarcaciones de ocio en esa rada caribeña. Desde finales de 2010 la caída en esta actividad ha sido de más de un 40% en la localidad.
Según un reporte de la Asociación Costarricense de la Industria de Cruceros (ACIC), en la temporada 2010-2011 se atendieron en puerto Limón 117 naves, pero en el período que siguió a esta sólo llegaron a la zona 69 barcos, disminución que se atribuye, entre otras causas, a los altos costos del combustible y al hecho de que la infraestructura local “resulta insuficiente”.
Así lo ha explicado Allan Hidalgo, presidente ejecutivo de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), quien aseveró que las empresas de cruceros que operan en el Caribe están recortando sus recorridos para abaratar costos y reducir el consumo de combustible.
En declaraciones al diario La Nación, el directivo abundó que muchas de esas compañías están concentrando sus rutas en el Caribe norte (Cozumel, Gran Caimán, Bahamas) o el Caribe sur (Curazao, Saint Thomas o Aruba), y como puerto Limón se ubica al centro de la región ha quedado fuera de esta estrategia.
Sin embargo, aseguró además Hidalgo que el otro gran problema de esa rada es su escasa infraestructura para acoger debidamente a los cruceristas, pues en primer lugar la terminal de cruceros está dentro del puerto de carga, condición que según dijo “no es la más conveniente”, a lo que se suma que el pueblo de Limón cuenta con pocos hoteles, restaurantes, casinos, y otras opciones de disfrute.
Ante esta situación, tanto la ACIC, como los agentes y touroperadores que trabajan directamente el ramo de los cruceros, están exigiendo al gobierno de Costa Rica que declare a ese sector como uno de los prioritarios en el desarrollo futuro, definiendo políticas más claras que lleven a la modernización de instalaciones y servicios, así como a reforzar la promoción de los atractivos de cada uno de los puertos del país.
En tal sentido, Anita McDonald, vicepresidenta de la Cámara de Turismo de Limón, ha declarado que la caída que muestra la actividad en el puerto local debe ser vista como una oportunidad para dar un giro y que esa provincia se redefina en su industria de ocio.
La funcionaria recomendó incluso crear una marca turística en la que se resalte la cultura afrocaribeña de Limón, su gastronomía, la belleza de los paisajes de la zona y su gente, atributos que junto a nuevos proyectos de infraestructura podrían colaborar a que la mirada de muchas navieras internacionales “volviera” sobre ese destino.