Puerto Rico pierde terreno en sector de cruceros, pese a crecimiento de esa industria en el Caribe

La falta de incentivos económicos y de acceso aéreo, entre otros factores, han propiciado que varias líneas de cruceros dejen Puerto Rico, territorio que ha visto disminuir en más de un 50%  las visitas de embarcaciones de ocio durante los últimos veinte años, lo que contrasta con el crecimiento sistemático de ese segmento en la región caribeña y en el sur de los Estados Unidos.

Daphne Barbeito, presidenta del capítulo de la isla caribeña en la Asociación de Agencias de Viajes (ASTA), apuntó que el hecho de que solo Carnival Victory eligiera a San Juan como homeport este año se debe entre otras causas a que la ley para el fomento y desarrollo de esa industria, aunque positiva, llegó a destiempo, teniendo en cuenta que las navieras toman sus decisiones con al menos un año de antelación.

Según Barbeito, citada en un reporte especial del diario Primera Hora, Royal Caribbean International tendrá 26 salidas menos desde San Juan y Princess Cruises, diez menos, lo que de acuerdo con la experta equivale a un promedio de 2.500 pasajeros por embarcación y una pérdida total de 90.000 viajeros para la isla.

Indicó además la funcionaria que “siendo barcos de homeport, la pérdida por esa cantidad de turistas representa cerca de 27 millones de dólares”.

Bruno Candela, propietario de Cruise Plus, agente de puertos de Princess Cruises, dijo que “uno de los aspectos que más pudo afectar la situación fue la reducción de vuelos hacia Puerto Rico y la obligación de vender el barco localmente, con precios mucho más bajos”, y señaló que la decisión fue “tomada mucho antes del plan de incentivos”.

Por su parte, Barbeito enfatizó en el efecto negativo de la falta de acceso aéreo para la decisión de las navieras de tener a Puerto Rico como homeport, y añadió que la hora fijada para la salida de embarcaciones desde San Juan, a las 11 de la noche, es “incómoda”.

Además, opinó que ante la disminución del número de cruceros que tienen a San Juan como homeport, “al cliente local se le limitan las opciones de viajes por falta de competencia y los precios de opciones similares se verán no tan económicos como en años anteriores”.

La ejecutiva explicó que mientras el pasajero en tránsito deja un promedio de 70 dólares en la economía local, el homeport gasta 300.

Ello repercutiría en las agencias de viajes, y se teme que el 10% de ellas cierren operaciones en Puerto Rico, asegura Barbeito, quien recordó las obligaciones fiscales de esas empresas en la isla caribeña.

Alertó sobre el desarrollo de la competencia en Miami, Fort Lauderdale y Cabo Cañaveral y la posibilidad de que se sume como homeport Santo Domingo, pues en República Dominicana se han dispuesto cerca de 65 millones de dólares de inversión para esos fines.

Cifras de la Autoridad de Puertos, referenciadas también  en el despacho de diario puertorriqueño, indican que entre 2008-2009 hubo una disminución de 17,4% en el número de pasajeros en Puerto Rico, 832.000 en tránsito y 403.000 en homeport, tendencia que se mantuvo en 2009-2010, con menos 4,1%, y 2010-2011, cuando hubo un decrecimiento de 1,8% a pesar de un mayor número de cruceros.

El decrecimiento en este segmento es evidente desde la década anterior, indica el reporte, que contrasta los datos con información ofrecida por la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), la cual sitúa al renglón de viajes de placer como el de mayor crecimiento sostenible anual (7,2% desde 1990).

El Caribe y las Bahamas siguen ostentando los primeros lugares de preferencia de los pasajeros, con 43,1%, seguidos por Europa, Alaska y México.

Se estima que la industria de los cruceros deja cerca de 240 millones de dólares al año en Puerto Rico y atrae al país a alrededor de 1.2 millón de turistas en ese período, en tanto genera unos 4.000 empleos directos e indirectos.

En 2012 se espera que arriben poco más de un millón de pasajeros y 493 cruceros a ese país caribeño.