Ricardo Esteban, director del hotel Bahía Príncipe Cayo Levantado Don Pablo Collection, en República Dominicana

16 de Abril de 2010 11:49pm
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En un reciente fam trip llegamos hasta Cayo Levantado, una pequeña isla en la Península de Samaná, lejos de toda contaminación urbana y valorada por sus maravillosas playas, la abundante vegetación tropical y posibilidades únicas como la de avistar ballenas jorobadas en los primeros meses del año. Se agregan a estos regalos naturales las comodidades que ofrece el Bahía Príncipe, un hotel de cinco estrellas superior que cuenta con playas privadas y da a sus huéspedes la garantía de una experiencia exclusiva.

Háblenos primeramente de su experiencia en el mundo hotelero…

-He estado dirigiendo el hotel por seis meses y anteriormente estuve siete u ocho meses al frente del Gran Bahía Príncipe Ámbar, también de Don Pablo Collection (que identifica la gama alta de los hoteles del grupo) y está ubicado en Punta Cana.

¿Quiénes son los clientes habituales de Bahía Príncipe Cayo Levantado?

-Fluctúan en función de la época del año. Lógicamente, nuestro partner es Soltour. Entonces trabajamos con España, Portugal, y en período de invierno tenemos turismo de los mercados canadiense y escandinavo, huyendo del frío; recibimos algo de turismo sudamericano, también, y un poco de francés y alemán. Luego, tenemos un pequeño nicho de mercado local, que es un cliente muy agradecido.

¿Cuáles son los países de Latinoamérica con más afluencia hacia el hotel?

-Tenemos clientes argentinos y chilenos, y cada vez se abren más otros mercados de Sudamérica. La presencia de Bahía Príncipe se está incrementando en la región.

En el caso de Europa con Soltour, ¿la apertura hacia Rusia y la facilidad de visas para los rusos en Dominicana se está notando en su hotel?

-Es cierto que el mercado ruso está creciendo y es cada vez más importante, pero por el momento no llega a Cayo Levantado. El turista ruso está llegando por ahora a áreas de Punta Cana y la Romana, pero sabemos que en un corto plazo tendremos clientes rusos en Cayo Levantado.

¿Tienen personal ruso-parlante en el hotel?

-Actualmente no, pero es verdad que cada vez hay más oportunidad de contratar a rusos. De hecho, en los hoteles de Punta Cana ya tenemos bastante personal de origen ruso, de Ucrania. Llegado el momento, también nosotros los integraremos a nuestra familia.

Un hotel de Pablo Collection, que identifica el segmento de cinco estrellas superior, ¿qué competencia tiene en el área de Samaná?

-Samaná es realmente un destino de Don Pablo Piñero. Los hoteles que están aquí son el Gran Bahía Príncipe Cayacoa, de cinco estrellas, y el Gran Bahía, un hotel pequeño de 100 habitaciones. Está también el nuestro, el Bahía Príncipe Cayo Levantado Don Pablo Collection, en Cayo Levantado, y un poco más lejos, en Las Terrenas, en el norte de la península, el Bahía Príncipe El Portillo. En el fondo, todos convivimos, llegando a diferentes perfiles y niveles de mercado, para no pisarnos los pies y al mismo tiempo coexistir, logrando una buena ocupación.

¿Qué tipo de cliente sería el ideal? ¿Lunas de miel quizás?

-Bueno, entre otras cosas somos un destino de lunas de miel, de viajes para enamorados. Se trata de un lugar y un hotel idílico, romántico, lejos del bullicio; un sitio del que uno se puede llevar un libro de fotos maravilloso como recuerdo de su Luna de Miel.

¿Considera que el hotel puede funcionar para el segmento de congresos?

-Somos un hotel relativamente pequeño, de 201 habitaciones. El grupo no podría ser muy grande. Tampoco tenemos salones muy grandes, el mayor tiene capacidad para unas cien personas. Se podría tener un viaje de incentivo, de 80 a 100 o 120 personas, pero no somos un hotel de congresos como tal, porque tampoco hay aquí infraestructura para ello.

En Cayo Levantado tienen dos playas privadas, un elemento único, y me han comentado que el cayo se cierra a las cinco de la tarde…

-Son dos playas privadas nuestras que crean un beneficio único para el cliente. Nosotros tenemos más o menos un 80% de la isla, y el 20% restante es de playa pública, que en efecto queda cerrada a partir de las cinco o seis de la tarde. El único acceso al cayo es a través de nuestros barcos. Desde esa hora, sólo nuestros clientes disfrutan de la totalidad de la isla.

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