Thierry Eck, gerente del Holiday Inn Ciudad del Saber y director del Panamá International Hotel School

22 de Mayo de 2010 12:03am
godking

En una entrevista en 2007, el Sr. Bern nos hablaba del Hotel Escuela como un proyecto de próxima apertura. Casi tres años después, es un centro en continuo desarrollo con reconocidos programas académicos en áreas como la culinaria, gerencia y hostelería, que realiza intercambios con instituciones de Canadá, Estados Unidos y Suiza, y avanza en sus planes de becas. Muchos graduados son hoy exitosos profesionales, algunos hasta con proyectos propios.

Hace un tiempo le hicimos una entrevista antes de que abriera la escuela y el hotel. Volvemos hoy para actualizarnos, a partir de la experiencia que ha podido tener ¿Cómo se concibió la escuela y por qué?

-Para responder a la necesidad de la industria en Panamá, el pujante desarrollo del turismo y el vacío que tenemos en cuanto a educación técnica en el país. Si las universidades están llenando la educación superior, no existe escuela técnica como la de nosotros. Nuestra escuela, tan pronto como abrió sus puertas, recibió una gran acogida. Iniciamos con el programa de arte culinario. Cada tres meses ingresamos un grupo nuevo. Desde el 2008 han egresado jóvenes que encontraron trabajo con éxito inmediatamente. Nos llena de orgullo ver que salen muy bien preparados, y como muchos de ellos son emprendedores, con deseos de tener su propio negocio, algunos ya tienen proyectos.
Hemos agregado un segundo año como técnico superior para poder suplir las posiciones gerenciales en los hoteles. Estos cursos de segundo año ya están al 100% en inglés, con un programa académico alineado con lo que se hace en Estados Unidos, Canadá y Europa, para poder permitir a los jóvenes seguir sus estudios en universidades dentro o fuera del país. Hemos desarrollado también varias áreas académicas, con instituciones en Canadá, Estados Unidos y Suiza. Hay una escuela de hostelería suiza de la zona alemana que ofrece a los que desean seguir sus estudios en Europa la posibilidad de hacerlo. Varias escuelas reconocen nuestros programas, tanto de arte culinario como de hostelería. Estamos creciendo. Tenemos más de 120 jóvenes inscritos en los cursos de tiempo completo.

No sé si entendí bien, ¿las clases se imparten en inglés?

-El primer año de la formación les damos a los jóvenes la posibilidad de fortalecer su conocimiento en inglés, pero las clases están en español. El segundo es en inglés, porque también recibimos estudiantes extranjeros y el requisito de esos cursos es tener un nivel bastante elevado, que nuestros socios académicos están exigiendo a nivel universitario.

Estando en un país de habla española, ¿no limita a talentos locales para que puedan cursar estos estudios?

-Fue nuestra preocupación al inicio, pero sorprendentemente no. Muchos jóvenes vienen de colegios bilingües y tienen bastante buen nivel de inglés. Parece que la nueva generación está más consciente de la necesidad de conocer este idioma. Y tampoco limita porque ofrecemos un soporte, un apoyo, un curso de inglés intensivo en nuestra institución con el apoyo de un colegio canadiense y les permitimos alcanzar el nivel requerido de TOEFL.

¿Certifican TOEFL?

-No somos certificadores. TOEFL tiene centros certificadores en Panamá. Tenemos colaboración de la Florida State University, que permite hacer el test allí.

¿Ayudan a los jóvenes a obtener becas?

-Estamos desarrollando programas en ese sentido. Actualmente hay uno con una escuela de chefs en Toronto, Canadá, y tenemos tres jóvenes en espera de una respuesta positiva de una beca ofertada por el gobierno de Canadá para poder seguir sus estudios allí. Esperamos que de aquí al año que viene también tengamos posibilidades en Estados Unidos de ofrecer más becas a quienes quieren estudiar fuera del país.

¿Qué costo tiene el curso?

-La carrera de un año es de 3.500 dólares. Si se compara con lo que un colegio secundario ofrece aquí, es bueno. Hemos mantenido los costos bastante bajos. Como sabe, nuestra institución no tiene fines de lucro. Lo que queremos es aportar las opciones de una educación de calidad a los jóvenes panameños y muchos de Centroamérica que ahora están interesados en ingresar en nuestra escuela.

¿Qué nos puede decir acerca de la fundación?

-Nuestra escuela la maneja el grupo Bern, que tiene varias líneas de negocios pero también por muchos años se ha dedicado a apoyar la educación. Está apoyando dos escuelas secundarias en Panamá, un sector desfavorecido. Hay 1.500 estudiantes panameños hasta el bachiller estudiando actualmente en esos excelentes colegios bilingües, y hemos tenido al primer becario este año que ingresó en nuestra escuela con mucho orgullo, lo que nos permite ver el trabajo como la continuidad de ese esfuerzo. Existe una gran cantidad de jóvenes con mucho talento y la coyuntura es ideal para que ese talento encuentre posibilidad de trabajo y de desarrollarse.

Una de las ventajas que podría tener esta escuela sería la formación de trabajadores para los hoteles del grupo Bern, ¿es así?

-Ese era uno de los objetivos y hemos dado apoyo en el conocimiento del inglés a más de 300 empleados en los últimos años, pero también hemos desarrollado diferentes programas de entrenamiento de saloneros, bartenders, camareras, no únicamente para el grupo Bern. Hemos podido contribuir a obras sociales, asociaciones que se dedican a ayudar a la gente que no tiene recursos para desarrollarse en una profesión. Hemos contribuido en programas de capacitación con mucho éxito y orgullo. Graduamos a más de 60 señoras como amas de llaves y están trabajando en los hoteles sin discriminación. Hemos capacitado a más de 80 bartenders en los últimos años. Ese es el aporte que podemos hacer para reforzar la capacitación en el sector.

¿Los alumnos tienen cocina e instalaciones independientes, o usan las del hotel en su aprendizaje diario?

-Ambas cosas. Tenemos laboratorio técnico para los cursos de cocina, donde los alumnos desarrollan el conocimiento general. También laboratorio de restaurantes, bares didácticos, salón de cómputo, pero los estudiantes van pasando de la parte escuela e ingresando en la parte de la operación para poder “aterrizar” sus conocimientos de forma progresiva y siempre con la presencia de un profesor. Así que en el hotel tenemos estudiantes involucrados en el servicio y que se enfrentan al cliente todos los días. Al terminar sus nueve meses de formación son enviados a otros hoteles de la ciudad, donde cada vez son más numerosos nuestros practicantes.

Cuando un practicante va a un hotel, ¿cobra por sus servicios o tiene algún tipo de crédito de la escuela?

-La tendencia en el primero y el segundo año ha sido que los estudiantes se colocaron sin remuneración. Este año que viene la demanda es mayor, muchos quieren a nuestros estudiantes, pero para que los chicos tengan un pequeño apoyo financiero que les permita seguir estudiando, serán prácticas remuneradas con los niveles de salario que existen en la industria en Panamá. Es un aporte importante para un joven que está estudiando a tiempo completo. Debo decir que nuestros programas son muy rigurosos. La cantidad de horas de clases no les permite tener una actividad profesional fuera de esos horarios, y por tanto si ahora en las prácticas pueden cobrar algo pues será una ayuda.

Antes hablábamos del tema de los becados, ¿qué forma existe de acceder a una beca del grupo Bern para cursar una carrera?

-Hemos recibido el apoyo de la comunidad, las empresas privadas se han ofrecido para apoyar a algunos jóvenes que solicitan becas. La fundación Bern también. Invitamos cada vez más a esas empresas para que realicen un aporte social y apoyen a quienes no tienen recursos.

¿Cómo puede acceder un posible estudiante de hostelería de cualquier país del entorno a una plaza dentro de esta escuela?

-Gracias a la Internet, hemos recibido solicitudes de estudiantes extranjeros, Centroamérica como primer destino, pero de Estados Unidos y hasta de Bangladesh hemos recibido la solicitud de un joven. De la misma forma que en otras escuelas, se llena una solicitud de inscripción, hay un proceso de estudio de los antecedentes académicos de la persona, asuntos de inmigración, permisos, los cuales son accesibles. La ventaja que ofrece la escuela es nuestro campus, que brinda alojamiento a los estudiantes que viven fuera de la ciudad o del país.

¿Existe la posibilidad de intercambiar alumnos con otras universidades y países?

-Actualmente tenemos intercambio de práctica en Canadá, sobre todo, pero sí viene para el 2011 un proyecto de intercambio de alumnos y profesores con otras instituciones con las que estamos trabajando.

¿Imparten seminarios o conferencias independientes de los cursos?

-Desde que abrió la escuela hemos realizado tres seminarios a nivel ejecutivo para otro tipo de público a nivel internacional, con docentes renombrados. Fueron oportunidades que llegaron, más que una rama que estemos desarrollando en forma activa. Casualmente, tenemos próximamente un seminario de dos días dictado por profesores de la Universidad de Houston, Texas, dos gurús de mercadeo que escribieron un libro y vienen a dictar una conferencia para altos ejecutivos de la ciudad. Los 50 asientos que tenemos están vendidos. Fue gracias al aporte de la fundación que hemos conseguido traer gente de esta envergadura.

¿Cuánto cuesta la asistencia?

-Usualmente este tipo de seminario de dos días, que incluye almuerzos y coffee break, en otras promociones cuesta 2.000 dólares. Los estamos ofreciendo por 500 dólares. Es una ganga poder traer este nivel de cursos a Panamá.

¿La escuela ha pensado abrir las puertas a cursos que no sean solamente de cocina u hostelería básica, sino para gerentes comerciales y otro personal, como relaciones públicas?

-Al inicio lo hemos contemplado, porque el cuerpo docente que trabaja en la escuela está altamente calificado. Lo que sí hemos decidido hacer en lugar de comercializarlo de forma sistemática es aprovechar las oportunidades de montar talleres gerenciales. Hay varias empresas en Panamá que nos contrataron para montar cursos a la medida para sus gerentes de venta o de operación en varias áreas, tanto de servicio al cliente e higiene como de manipulación y mercadeo. Hemos tenido este tipo de cursos.

¿Trabajan siempre con personal norteamericano o eligen de otros países?

-Hemos tenido docentes de cualquier lugar. En algunos casos el idioma inglés es un freno para el público.

¿Cuántos alumnos han encontrado trabajo dentro del grupo Bern?

-No tengo la menor idea. Nosotros nos limitamos a educar, a formar a la gente. Lo que los alumnos hacen luego por sí mismos no lo sabemos. Tenemos contacto con un grupo. Se va a formar la asociación de ex alumnos para tener un poquito de seguimiento. Quizás en la próxima entrevista le confirmaré.

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