Piel de invierno: el frío no perdona, pero la ciencia protege
Por Gabriela Biagio, dermatocosmiatra y especialista en bienestar
Mientras muchas personas piensan que el invierno es un respiro para la piel por la falta de sol, los estudios revelan lo contrario. La piel sufre más de lo que parece, y si no se actúa con estrategia, la temporada fría puede dejar secuelas: sequedad, grietas, envejecimiento prematuro y brotes inflamatorios.
Según un estudio publicado en Skin Research & Technology, la pérdida transepidérmica de agua (TEWL) —uno de los indicadores más claros de daño cutáneo— aumenta un 26,7 % luego de 6 horas en ambientes calefaccionados con baja humedad. Esto se traduce en piel tirante, irritada y más propensa a infecciones o eccemas.
El invierno en cifras: lo que dice la evidencia
- El 32 % de las personas con piel seca afirman que el invierno es su principal detonante de brotes. (Journal of Cosmetic Dermatology, 2022)
- Hasta el 90 % de la radiación UV se refleja en la nieve, lo que potencia el daño solar incluso en días nublados. (World Health Organization)
- La dermatitis atópica se incrementa hasta un 36 % en los meses más fríos, especialmente en climas secos. (British Journal of Dermatology)
- Los labios pierden humedad tres veces más rápido que el resto del rostro en ambientes fríos y secos. (Dermatology Times, 2021)
¿Qué pasa con la piel en invierno?
La piel se comporta como un escudo inteligente, pero en invierno sufre una triple agresión:
- Baja humedad ambiental y calefacción: el aire seco extrae humedad de la piel y rompe su barrera lipídica.
- Menor producción sebácea: reduce la película protectora natural y deja a la piel más vulnerable.
- Exposición a rayos UV sin protección: los UVA atraviesan las nubes y cristales, acumulando daño sin que lo notemos.

Recomendaciones basadas en ciencia
- Aplicar la regla del "H-E-O": Humectante + Emoliente + Oclusivo
- Humectantes como el ácido hialurónico atraen agua a la piel.
- Emolientes con omega 6 y 9 suavizan y restauran lípidos.
- Oclusivos como el escualano vegetal o la vaselina evitan la evaporación.
Un ensayo clínico mostró que una crema con ceramidas redujo la TEWL en un 23 % en solo 6 horas, restaurando visiblemente la barrera cutánea. (International Journal of Cosmetic Science, 2023)
- Elegir limpiadores syndet o sin sulfatos
Evitan deshidratar aún más la piel. El pH ideal debe estar entre 4,5 y 5,5 para mantener la microbiota saludable. - Usar protector solar todo el año
Aunque haga frío, los rayos UVA (los del envejecimiento) están presentes. Se recomienda SPF 30 o más con PA++++, incluso en días nublados. - Incorporar omega-3 y antioxidantes a la dieta
Pescados grasos, semillas, nueces, frutas rojas y té verde reducen la inflamación cutánea y refuerzan la membrana celular. - Usar humidificador en interiores
Mantener una humedad ambiental entre 40 % y 60 % evita el colapso de la barrera cutánea.
Ritual invernal diario (y compartible)
Por la mañana:
- Limpieza suave con pH ácido
- Sérum con ácido hialurónico
- Crema con ceramidas o manteca de karité
- Protector solar FPS 50
Por la noche:
- Limpieza suave
- Sérum reparador (niacinamida o pantenol)
- Bálsamo o crema rica para sellar
Conclusión
La piel no descansa en invierno: se defiende. Pero si le damos los activos, la rutina y la nutrición adecuada, puede salir más fuerte que nunca. La ciencia nos da las herramientas, y la conciencia, el camino.
Una piel cuidada no es solo una cuestión estética: es una manifestación de salud, autocuidado y amor propio.
Gabriela Biagio es dermatocosmiatra especialista en wellness, bienestar y salud integrativa. Es además delegada de Turismo & Bienestar de Caribbean News Digital.




