Autoridades de Chiclayo ya preparan rutas de turismo religioso tras la elección del papa León XIV
Chiclayo, ciudad situada en el norte del Perú, ha sido durante décadas una parada ineludible para los viajeros que buscan cultura, gastronomía y los tesoros arqueológicos de las culturas Mochica y Sicán.
Sin embargo, la reciente elección del papa León XIV, antes conocido como Robert Francis Prevost, podría marcar un antes y un después en la historia del turismo local.
La presencia del nuevo pontífice en tierras lambayecanas, durante su labor como misionero y obispo, ha reavivado el interés por esta región, abriendo paso a un nuevo y prometedor capítulo: el del turismo religioso.
Noticias relacionadas:
Perú se perfila como el nuevo epicentro del turismo espiritual global
EE. UU. mira al Vaticano con la elección del Papa León XIV
Un pasado misionero en Chiclayo
Antes de asumir el papado, Robert Francis Prevost pasó más de una década en Chiclayo, donde ejerció como vicario general y luego como obispo de la Diócesis de Chiclayo.
Su labor pastoral se desarrolló especialmente entre las comunidades más humildes, dejando una huella profunda por su cercanía, trabajo social y defensa de los derechos humanos.
Su figura fue ampliamente respetada por creyentes y no creyentes, y su legado continúa vivo en parroquias, obras sociales y centros de formación religiosa.
Chiclayo como destino espiritual

Tras su elección como papa León XIV, el interés por la ciudad ha aumentado notablemente. Las autoridades locales y eclesiásticas han comenzado a planificar rutas turísticas que incluyan los lugares donde el entonces obispo Prevost vivió y trabajó: desde la Catedral de Chiclayo, epicentro de sus actividades litúrgicas, hasta barrios populares donde impulsó programas de apoyo comunitario.

También se está evaluando la creación de un museo conmemorativo, así como la instauración de una ruta de peregrinación que conecte templos y comunidades rurales donde su influencia fue significativa.
Además, la municipalidad de Chiclayo, en conjunto con el gobierno regional de Lambayeque, ha declarado de interés regional el impulso del turismo religioso vinculado al nuevo pontífice, con el objetivo de atraer a fieles y curiosos de distintas partes del Perú y del extranjero.
Transformación en marcha

El impacto de la elección papal ya se deja sentir. Hoteles locales reportan un aumento de reservas, y algunas agencias de viaje están adaptando paquetes turísticos que mezclan la rica oferta arqueológica de la región con visitas a los espacios religiosos ligados al papa.
La Iglesia de San Antonio, donde Prevost celebró muchas de sus misas, ha comenzado a recibir un número creciente de visitantes. Incluso comunidades rurales que antes eran poco conocidas están siendo señaladas como puntos de interés por haber sido parte de su labor pastoral.
Con este impulso, Chiclayo podría posicionarse como uno de los principales destinos de peregrinación en Sudamérica, sumando a su tradicional atractivo cultural y gastronómico una dimensión espiritual con resonancia mundial. El desafío ahora es desarrollar esta vertiente del turismo de manera sostenible, inclusiva y respetuosa con la historia viva de la comunidad.
La elección de un papa que conoce los rincones de Chiclayo no solo ha tocado el corazón de sus habitantes, sino que ha despertado el potencial de una ciudad que podría convertirse en faro de fe, historia y transformación. En palabras de un feligrés local: “El papa León XIV no solo caminó por nuestras calles, caminó con nosotros. Y ahora, el mundo puede venir a seguir sus pasos”.





