Callejoneadas, tradición y música por las calles de Guanajuato

Por Lucía Vázquez Pérez
En la ciudad de Guanajuato, México, la cultura aguarda en cada rincón y a cada paso. En sus calles permanecen vivas sus tradiciones, como las callejoneadas, recorridos que combinan las risas y la tradición con la música en un ambiente festivo.
El origen de las callejoneadas se remonta a los años 60, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Guanajuato se unieron en una agrupación inspirada en los tunos universitarios españoles. En un principio comenzaron tocando música tradicional española y mexicana por diferentes calles, callejones y plazuelas de la ciudad. Hoy en día ese recorrido se ha convertido en parte de la tradición de la ciudad, pues varias tunas o ‘estudiantinas’, realizan diferentes recorridos, partiendo siempre desde el centro histórico de Guanajuato.
En la actualidad, el recorrido se ha transformado en una experiencia interactiva de música e historia a través de los principales puntos de la ciudad. A pesar de que en Guanajuato existen más de 3.200 callejones, habitualmente en las callejoneadas solo se recorren 7 de ellos, como el del Salto del mono, Boliche, Infierno o Terremoto. Incluso, durante el recorrido, se cuentan algunas leyendas, pues Guanajuato es un lugar donde abundan este tipo de historias de todas las temáticas -amor, desamor, terror y misterio-; siempre acompañadas con canciones de ronda, pasando por el folclore regional o el mariachi.
El recorrido es apto para todas las edades, e inicia a las 20:00 horas en el Jardín Unión, donde la gente se reúne y se entrega un “porrón” con vino tinto, así como una flor para las mujeres. Unas melodías alegres acompañadas por cánticos estridentes dan comienzo al recorrido, guiado por la estudiantina hacia los callejones, mientras interactúan con la gente que se ofrezca voluntaria para cantar y bailar.
Ya en los callejones, los miembros de la estudiantina narran mitos, leyendas e historias pícaras ligadas a la historia de Guanajuato. El entorno oscurecido y las calles estrechas crean el ambiente idóneo para que a los oyentes se les erice la piel. El trayecto continúa por las subidas y bajadas de las callejuelas, como si de un laberinto se tratase, hasta llegar al Callejón del Beso, donde finalizan los recorridos. Allí se narra la leyenda que esconde este mítico lugar, pues toda pareja que la visite debe besarse en el tercer escalón para tener 15 años de buena suerte, o de lo contrario tendrán 7 años de mala fortuna.
Para asistir a las callejoneadas hay que tener en cuenta que se celebran los fines de semana y algunas fechas señaladas entre semana. Las entradas se adquieren directamente a través de algún miembro de las estudiantinas a lo largo del día del recorrido en el centro histórico. Una forma divertida y única para abrir apetito antes de la cena.