Corea del Norte reabre sus fronteras al turismo tras cinco años de aislamiento

Cinco años después de sellar prácticamente sus fronteras, Corea del Norte, el país más hermético del mundo, ha dado el primer paso para reabrirse al turismo extranjero. Sin embargo, lo ha hecho de forma muy limitada, permitiendo el acceso únicamente a la ciudad de Rason, una zona económica especial en el noreste del país, cercana a la frontera con Rusia y China.

Desde principios de 2020, el régimen de Kim Jong-un había mantenido el país completamente cerrado debido a la pandemia de covid, llegando incluso a dar órdenes de disparar ante cualquier movimiento en la frontera. Ahora, con una tímida apertura, han comenzado a llegar los primeros viajeros, aunque se trata de delegaciones de agencias turísticas invitadas para evaluar la situación.

Entre estos primeros visitantes se encuentra Rowan Beard, un australiano de 37 años y cofundador de Young Pioneer Tours, una agencia especializada en viajes a Corea del Norte. Beard asegura ser el primer turista occidental no ruso en pisar el país en cinco años. “Ha sido estupendo regresar”, comentó desde Seúl en una conversación telefónica. “Tenemos que revivir la industria del turismo y lograr que otros extranjeros entren e interactúen con los norcoreanos”.

Cabe recordar que, desde principios de 2024, Corea del Norte ya permite la entrada de ciudadanos rusos, en un contexto de estrechamiento de lazos con Moscú y una creciente sintonía geopolítica entre ambos países.

Este primer paso en la reapertura turística genera interrogantes sobre si el país extenderá el acceso a más regiones o si se mantendrá dentro de límites estrictos, manteniendo su tradicional hermetismo.