El turismo en España frena el acelerador
por Gabriela Sánchez
Lo que parecía a inicios de enero ser un año de registros históricos para el turismo español, llegando a la cifra de los 100 millones de visitantes y altos números de facturación, se desvanece a la altura de otoño. El verano de 2025 confirmó la tendencia a la ralentización y a la vuelta a un comportamiento más moderado del sector.
Según los últimos datos de Exceltur, el PIB turístico cerró el tercer trimestre con un 0.5% menos que en el segundo, es decir, solo un +2,8% del crecimiento frente al +3,3% registrado en la pasada temporada. Tal ritmo coloca a la industria prácticamente al nivel del crecimiento medio de la economía española, entre el 2,6% y el 2,7%, después de 3 años siendo su gran dinamizador, con un aporte de 52,6%.
De ahí que “se abre una nueva etapa de normalización del comportamiento turístico. Los resultados empresariales son positivos, pero los ritmos de crecimiento ya se asemejan a los del conjunto de la economía”, señaló Óscar Perelli, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.
Menos llegadas, más valor añadido
Uno de los puntos centrales del análisis de Exceltur es el cambio de paradigma: el protagonismo deja de estar en las llegadas masivas de turistas para centrarse en la contribución económica y social del sector. “Para nosotros no es relevante hablar de llegadas internacionales. Lo que importa son las noches que pasan los visitantes en España y el gasto que generan”, subrayó Perelli.
En efecto, mientras que las llegadas aumentaron un 2,3% en verano, las pernoctaciones apenas crecieron un 0,5%. En cambio, el gasto de los turistas extranjeros avanzó un 5,6% en julio y agosto respecto al año anterior. “No nos preocupa que no suba la presión turística de llegadas, siempre que se incremente la contribución económica y social. El modelo español debe crecer en valor añadido, no en volumen”, insistió el directivo.
La demanda extranjera también se modera
Aunque el turismo internacional sigue siendo el principal motor de los ingresos, las estadísticas reflejan también una marcha a la desaceleración. Así, mercados europeos tradicionalmente punteros para el país ibérico como Alemania han mostrado síntomas de debilidad, con una caída del 4,4% en noches hoteleras. De forma similar ha ocurrido con Italia, la cual experimentó un 4% menos, Bélgica un 3,7%, Holanda un 3,6% y Francia un 0,8%. Mientras, de América, Estados Unidos también redujo su ímpetu, creciendo solo un 2% en verano.
Una cara más positiva sacaron el Reino Unido con un aumento del 3,3% al igual que Irlanda (+5,9%), Portugal (+7%) y varios mercados de larga distancia, como China (+12,5%), Japón (+11,3%) o Latinoamérica (+6,8%).
Una mirada al mercado nacional
El otro gran pilar del turismo español, la demanda interna, también se ha resentido. Las pernoctaciones de los españoles en el país apenas crecieron un 0,2% en hoteles y se mantuvieron estables en el total de alojamientos. No obstante, la práctica viene, en realidad, ha confirmar la tendencia de los veranos de 2023 y 2024.
El único segmento con crecimiento fue el de lujo: las estancias en hoteles de cinco estrellas (+2,3%) y los viajes al extranjero, cuyo gasto aumentó un 13,4% según el Banco de España.
Entre los destinos que lideraron en materia de ingresos turísticos en esta temporada estival figuran los clásicos de sol y playa, como Baleares (+9,7%), Andalucía (+9%), Murcia (+8,7%) y Canarias (+8,2%). No obstante, experimentaron también un crecimiento otros como La Rioja (+13,1%), Castilla y León (+11%), Castilla-La Mancha (+10,6%), País Vasco (+10,4%) o Cantabria (+9,3%).
En cambio, el turismo urbano sufrió debido a las olas de calor. Fueron los casos de Valencia (-6,5%), Málaga (-6,2%), Granada (-1,6%), Las Palmas (-14,3%) Barcelona (-1,7%) y Alicante (-1,2%). Mientras que Madrid (+2,9%) y Sevilla (+2,8%) apenas avanzaron.
Un tema ya convertido cada vez en más recurrente es el absentismo en el sector, con niveles de 7,7% en hostelería, el 6,3% en el sector aéreo y el 6,1% en restauración. “Estamos en niveles inaceptables. Cada día, de los casi tres millones de empleados del sector, unos 200.000 no acuden a su puesto. Es un reto prioritario”, alertó Perelli.
Mirando al futuro: menos afluencia, más calidad
De cara al cuarto trimestre, la previsión de Exceltur apunta a un nuevo enfriamiento: el crecimiento de ventas se moderará hasta el +2%. De ahí que, la estimación anual se ajusta al +2,8%, muy lejos de los crecimientos de dos dígitos de los últimos años.
En este escenario, el reto será sostener la competitividad con un modelo basado en la calidad y no en la cantidad.