El turismo: herramienta de desarrollo local en el Caribe

El desarrollo local, según el propio concepto que lo rige, es un proceso de transformación de la economía y la sociedad territorial que se inclina a superar las dificultades y exigencias del cambio estructural, la apertura y la globalización, para así mejorar las condiciones de vida de la población.
Y por ello, en los últimos años la actividad turística ha estado arraigada fuertemente con el concepto de desarrollo local, pues se le considera una herramienta favorecedora e incentivadora de los índices económicos y sociales.
El desarrollo local, tal como lo indica el término implica a un territorio específico con características geográficas, económicas, sociales, naturales, culturales e institucionales particular.
El turismo es una actividad fundamentada en los diversos atractivos que un destino ofrece, se incluye como actividad de desarrollo local, siempre que incluya esos proyectos turísticos que tengan como finalidad, beneficiar a las comunidades locales.
O sea, proyectos cuyo uso adecuado y responsable determinar las estrategias a seguir para desarrollar la actividad turística y alcanzar los resultados deseados.
Deben también incentivar la participación de los locales dentro de la actividad turística de la zona, para que el destino goce de una autenticidad sumamente atractiva para el mercado, y potencie el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores.
Otro de los puntos esenciales a considerar en un proyecto turístico con miras hacia el desarrollo local es la aplicación de una de las características más importantes que definen a la actividad turística, la transversalidad, ya que resulta indispensable el trabajo conjunto de los actores.
O sea, que el sector público, privado y social unan esfuerzos encaminados hacia un mismo fin.
El trabajo de corte individualista y con mira a la consecución de resultados particulares no va de la mano en ningún sentido con el desarrollo local, por el contrario, conseguirlo exige la participación colaborativa, la creación de una visión compartida y el trabajo en red.
Así, se hace posible identificar tres factores que propician el que un proyecto turístico conlleve al desarrollo de un territorio: la gobernanza del destino mediante la participación del sector público, privado y social en la búsqueda de beneficios conjuntos, el respeto y aprovechamiento adecuado y responsable de los elementos endógenos de la zona, y la inclusión de la población local en el proceso de planeación y gestión de la actividad turística a desarrollar.
Al respetar dichas bases será entonces posible hablar del turismo como una verdadera herramienta de desarrollo local.
Un ejemplo de estos proyectos incluyen al turismo de naturaleza. Por ejemplo, en Cuba, la actividad de turismo de naturaleza ha tomado fuerza debido a la gran cantidad de lugares patrimonio natural, histórico y cultural de incalculable valor. Además, las áreas protegidas proporcionan otros importantes servicios ambientales y constituyen fuentes para realizar diversas actividades turísticas y propiciar el desarrollo en la localidad.