España inicia 2026 con previsiones de conectividad aérea en niveles máximos
España cierra el 2025 con un optimismo desbordante tras confirmarse que para enero de 2026 se han programado más de 8.3 millones de asientos internacionales. Este dato, proporcionado por las autoridades de Aena, supone un crecimiento significativo que refleja la robustez del destino España. La capacidad aérea no solo se ha recuperado, sino que ha superado los niveles previos a la crisis, posicionando al país como el principal hub de conexión entre Europa y el resto del mundo.
Un factor determinante en este crecimiento es la reciente apertura diplomática con Asia. A partir de mañana, entrará en vigor la exención de visados para ciudadanos españoles en China, un movimiento que se espera genere una reciprocidad inmediata en el flujo de turistas de alto impacto. Madrid y Barcelona están reforzando sus conexiones directas con grandes metrópolis asiáticas, buscando atraer a un viajero interesado en el lujo, las compras y la cultura europea, diversificando así su base de clientes tradicional.
El mercado iberoamericano sigue siendo el aliado estratégico más sólido para el turismo español. Países como Colombia, México y Argentina han registrado incrementos de doble dígito en sus reservas hacia España para el primer trimestre de 2026. La conectividad desde el Aeropuerto de Barajas hacia estas naciones se ha visto reforzada con más frecuencias diarias, consolidando a la capital española como la puerta de entrada natural para los viajeros del continente americano.
A nivel interno, la estrategia de desestacionalización está dando sus frutos más dulces. Las regiones del interior y el norte de España están ganando protagonismo frente al turismo de costa, atrayendo a visitantes interesados en la gastronomía de autor y el turismo rural de calidad. Ciudades como Bilbao, Sevilla y Valencia reportan una ocupación hotelera récord para estas fechas, impulsada por una oferta de eventos culturales y festividades locales que se extienden más allá de la temporada estival.
El gran reto para el próximo año será la gestión de la sostenibilidad turística en las zonas de mayor presión, como las Islas Baleares y Canarias. El debate sobre la capacidad de carga de los destinos ha llevado a la implementación de nuevas tasas turísticas y regulaciones más estrictas para el alquiler vacacional. El objetivo es transitar hacia un modelo de turismo regenerativo, donde la actividad económica beneficie directamente a la conservación del patrimonio y al bienestar de los residentes locales.
España se prepara también para ser el epicentro de los negocios turísticos con la celebración de FITUR 2026 en pocas semanas. Esta feria será el termómetro definitivo para medir las tendencias de la industria, con un enfoque especial en la inteligencia artificial aplicada a la experiencia del cliente. Con una infraestructura hotelera renovada y una conectividad récord, el país despide el año con la certeza de que el 2026 será un año de consolidación y liderazgo internacional.