¿Están amenazados los viajes de “bleisure”?
El verano es el momento ideal para combinar negocios y placer en los viajes, una tendencia conocida como “bleisure” que ha ganado popularidad durante los meses cálidos.
Sin embargo, esta flexibilidad en el viaje está siendo puesta a prueba debido a las recientes medidas de reducción de costos por parte de las empresas.
Aunque a primera vista puede parecer sencillo para los empleados trabajar desde cualquier lugar o mezclar vacaciones con viajes de negocios, la realidad para las empresas es mucho más compleja.
Los costos y la sostenibilidad son dos de las principales preocupaciones que están limitando la capacidad de los empleados para aprovechar al máximo la flexibilidad que ofrece el viaje de negocios y placer.
Mientras que el 38% de los viajeros de negocios afirman que su empresa prioriza la flexibilidad en los viajes, un 31% dice que la reducción de costos es la mayor preocupación. Además, el 26% de las empresas están limitando la posibilidad de trabajo remoto cuando los empleados combinan viajes de placer con viajes de negocios.
En la región DACH (Suiza, Alemania y Austria), la flexibilidad en los viajes de negocios sigue siendo atractiva para los empleados, ya que les permite equilibrar más fácilmente sus viajes de negocios con su vida personal.
Sin embargo, el 93% de los viajeros de negocios han notado una reducción en los presupuestos de viajes, y el 28% ha observado que las empresas ya no permiten opciones de viaje más sostenibles.
Esto revela un desafío importante: mientras que el 43% de los gestores de viajes buscan aumentar la disponibilidad de opciones de viaje sostenible, el 32% se centra en la reducción de costos.
El balance entre sostenibilidad y gestión de costos es complicado para muchas empresas. A pesar de que el 31% de los viajeros considera que las opciones de viaje sostenible son una prioridad, el 46% de los gestores de viajes enfrentan dificultades para reservar viajes sostenibles debido a presupuestos insuficientes. Esta falta de recursos afecta la capacidad de las empresas para cumplir con las expectativas de los empleados y promover prácticas de viaje más ecológicas.
Además, la necesidad de mejorar las políticas de viaje es evidente. El 90% de los viajeros han tenido que reorganizar sus viajes a último minuto en el último año, resultando en cambios como paradas adicionales (37%) o noches extras (35%).
Estos ajustes también han llevado a costos inesperados en el 40% de los casos. Esto subraya la necesidad urgente de políticas de viaje más flexibles y adaptadas a las necesidades de los empleados.