Las gargantas de La Vera, auténticas joyas extremeñas
Por Lucía Vázquez Pérez
La Comarca de La Vera se encuentra en el noreste de Extremadura. Un lugar privilegiado a las orillas de la Sierra de Gredos, conocido por el pimentón que se cultiva, se muele y se seca en la zona. Desde Tejeda del Tiétar hasta Madrigal de La Vera, un total de 47 gargantas y piscinas naturales ejercen como pequeños oasis en medio de la naturaleza para combatir el calor incesante de los meses de verano.
La más conocida de la región es la Garganta de Cuartos, en la localidad de Losar de La Vera, una de las más caudalosas del valle. Destaca por la profundidad de sus pozas, que permiten que los bañistas se sumerjan por completo. Esta garganta tiene una zona de ocio en la que hay un puente medieval.
La siguiente es la Garganta de Alardos, entre Villanueva de La Vera y Madrigal. En esta garganta se encuentra el puente de Alardos, uno de los lugares más reconocidos de la comarca. A su paso, la garganta deja numerosos charcos para los turistas.
Entre Jarandilla de La Vera y las afueras del Guijo de Santa Bárbara está ubicada la Garganta Jaranda, de la cual sale un pequeño camino que lleva hasta el Charco de Trabuquete – Guijo de Santa Bárbara –, una de las piscinas naturales más bonitas de Extremadura. La única pega que tiene es la accesibilidad, pues está rodeada de piedras. La Garganta Jaranda tiene aguas cristalinas y en sus alrededores se pueden contemplar cabras montesas que se acercan a beber cuando hay pocos visitantes.
La Chorreda del Diablo es otra de las piscinas naturales de la comarca. Está situada en el término municipal de Villanueva de La Vera y forma parte de la Garganta de Gualtamino. Esta es de las mejores en cuanto a accesibilidad, por lo que es más popular para familias que van de visita con niños, que se quedarán asombrados con las pequeñas cascadas de agua que corren entre las piedras de granito.
Otra de las gargantas se llama La desesperá, y la puedes encontrar en Pasarón de la Vera. Esta garganta debe su nombre a una leyenda popular de la zona, que cuenta cómo hace mucho tiempo una vecina de la localidad de Arroyomolinos de La Vera decidió suicidarse allí después de sufrir un duro desengaño amoroso por parte del hombre al que amaba.
Asimismo, uno de los pueblos que no te puedes olvidar en tu ruta por La Vera, es Garganta la Olla; a escasos 10 kilómetros de Cuacos de Yuste, el pueblo donde el rey Carlos I se retiró en 1555 tras su abdicación. Allí se encuentra Las Piletillas, piscina natural con aguas claras que permiten distinguir desde la orilla varias clases de peces. Un enclave geográfico privilegiado, pues está rodeado de montañas que dejan un paisaje envidiable.
Todas estas gargantas están a menos de 3 horas de Madrid, por lo que son la escapada perfecta para conectar con la naturaleza un día de verano y tomarse un respiro del ritmo de la capital.